Tras una década de bonanza económica generalizada y sostenida, el crecimiento en América Latina y el Caribe se moderó en el 2012 y llegó al 3%, principalmente como consecuencia de la contracción de la demanda interna.
De todas formas, se espera que el crecimiento regional aumente a 3,5% en 2013, con un promedio de alrededor de 3,9% durante 2014-15, principalmente gracias a un contexto de políticas de adaptación en algunas de las principales economías de la región y el apoyo de la mayor demanda externa e interna.
El PIB de la región se estima que creció un 3% en 2012 (4,3% en 2011), cifra que representa el segundo peor desempeño entre todas las zonas no desarrolladas del mundo, solamente por encima de Europa en desarrollo y Asia central, según un nuevo informe del Banco Mundial, Perspectivas Económicas Mundiales (i) (GEP, por sus siglas en inglés).
Estos resultados reflejan que la región sigue siendo vulnerable a un entorno externo incierto, a la creciente exposición a Asia oriental y a factores específicos de cada país.
Pero esta desaceleración no es exclusiva de América Latina. Tal y como explicó el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, “la recuperación económica sigue siendo frágil e incierta, de modo que enturbia las posibilidades de un rápido mejoramiento de la situación y del retorno a un crecimiento económico más sólido. Las economías en desarrollo hasta ahora han mostrado una resistencia notable. Pero no podemos esperar hasta que las naciones de ingresos altos recobren la senda del crecimiento, de modo que debemos seguir ayudando a los países en desarrollo en sus inversiones en infraestructura, salud y educación”.