A pesar de los grandes avances en materia económica en los últimos años y de tener uno de los sistemas de protección social más avanzados de América Latina, Uruguay no es ajeno a la problemática de los jóvenes que no estudian ni trabajan. Los “NoNis” como se les conoce, representan un importante sector de la población, especialmente urbana, y cuyo futuro se presenta, al día de hoy, incierto.
Los “NoNis” conforman el 17,1% de los jóvenes urbanos y de este porcentaje casi 8 de cada 10 se encuentran en la franja del 40% más pobre del país. Pero lo que más preocupa no es la cifra, sino que son un grupo altamente heterogéneo lo que dificulta el diseño de programas de ayuda que puedan facilitar ya sea su reinserción a la escuela o su entrada al mercado laboral.
Pero, ¿Quiénes son estos jóvenes?
Un estudio del Banco Mundial revela que una de las principales características de los “NoNis” es que están un estado de alta vulnerabilidad social y viven en áreas marginales urbanas. Pero uno de los datos más preocupantes es que dentro de este grupo casi cuatro de cada 10 jóvenes que no estudian ni trabajan no buscan empleo activamente. A estos se suma un 25% de mujeres que se definen a sí mismas como “amas de casa” y tampoco están a la caza de un trabajo, muchas porque abandonaron sus estudios al convertirse en madres. Un 40% restante de jóvenes desempleados sí está en busca de trabajo.
“Cuando uno mira esos grupos hay una enorme heterogeneidad: desde chicos con graves problemas de drogas, otros que no tienen las capacidades básicas necesarias para conseguir un empleo, hasta aquellos que, por responsabilidades familiares, no pueden salir al mercado de trabajo. Para los menores de 18 años lo que hay que hacer es que terminen la escuela. A los más grandes hay que ayudarlos a completar su formación básica profesional”, afirma Rafael Rofman, experto en Protección Social en América Latina del Banco Mundial y autor del estudio.