En 1999, los hombres y los niños de la aldea de “Krusha e Madhe” en Kosovo fueron asesinados durante el conflicto de los Balcanes. En los casi 20 años que han transcurrido desde entonces, las mujeres de dicha aldea han estado reconstruyendo su comunidad y sus vidas con la ayuda de donantes internacionales. Como muchos dueños de pequeñas empresas en todo el mundo, las mujeres han organizado cooperativas y venden sus productos en la región. Sin embargo, enfrentan un problema importante: la mayor parte de ellas no ha registrado formalmente sus tierras o viviendas, lo cual les impide usar de manera eficaz sus terrenos como un activo económico. La falta de acceso a sistemas de derechos sobre la tierra es en la actualidad un desafío para casi el 70 % de la población mundial, especialmente las mujeres.
“He intentado tantas veces conseguir un crédito y me han rechazado porque no tenía los documentos de mi propiedad para ponerla como garantía”, dijo Fahrije Hoti, directora de la cooperativa “Krusha”.
El tiempo que requieren, el costo que tienen y la complejidad que caracteriza a los sistemas convencionales de topografía y registro (también conocidos como cartografía catastral y registro) son un obstáculo para estas mujeres. A menudo toma años y es demasiado caro terminarlos, dejando a estas mujeres sin información o protección legal de sus derechos.
El Banco Mundial lleva a cabo el Proyecto de catastro y registro de bienes raíces por un monto de USD 12 millones para ayudar al Gobierno de Kosovo a crear un catastro nacional y disponer de infraestructura de datos geoespaciales. El equipo ha comenzado a utilizar nuevas tecnologías y nuevos métodos para mejorar la eficacia del proyecto. Las aeronaves no tripuladas (UAV, por sus siglas en inglés), conocidas comúnmente como drones, han venido al rescate. Estos drones comerciales son pequeños y muy livianos. Ofrecen un servicio revolucionario de cartografía, que abarca desde la planificación hasta el producto final, en cuestión de días o semanas más que de meses o un año, y cuyo costo es una fracción del costo de la agrimensura aérea convencional, que utiliza aeronaves tripuladas.
Los Laboratorios de innovación del Banco Mundial, con sede en la Vicepresidencia de Liderazgo, Aprendizaje e Innovación, poseen una “aeronave no tripulada eBee de ala fija de la empresa senseFly” para poner a prueba en proyectos del Banco Mundial. Kathrine Kelm, especialista superior en el tema de la administración de la tierra de la Unidad mundial sobre cuestiones geoespaciales y relacionadas con la tierra del Grupo Banco Mundial, se había dedicado a temas relativos a la gestión de la tierra en Kosovo y buscaba una manera de hacer más eficaz su labor. Su equipo ya había usado los drones para realizar un mapeo catastral en Albania en 2014, pero buscaba aumentar el valor operacional de dicho trabajo. Junto con el Dr. Bruno Sanchez-Andrade Nuño, un científico experto en datos de los Laboratorios de innovación, y un grupo internacional de especialistas, el equipo propuso estrategias para mejorar la identificación de los terrenos utilizando drones.
Kelm y Sanchez-Andrade viajaron a Kosovo en diciembre para completar una actividad de mapeo catastral que duró una semana. Trabajaron de cerca con la Dirección Nacional de Cartografía y realizaron 25 vuelos.