Ciudad de Washington, 24 de julio de 2018. Mire de cerca su teléfono inteligente por un momento. ¿Qué ve? Una pantalla de vidrio, un botón para reconocer las huellas digitales, una lente de cámara, una linterna, un micrófono y un altavoz. Cada una de estas partes, y otras como los chips, los procesadores y las baterías, provienen de manera separada de empresas de todo el mundo y se ensamblan en un producto final en fábricas, a menudo localizadas en China. Es probable que cualquier teléfono inteligente que usted ha comprado y todos sus componentes tuvieron que pasar por diversas aduanas varias veces, aterrizar en numerosos países y continentes, y entrar en contacto con muchísimos trabajadores.
La logística hace que todo eso sea posible. Esta industria, de USD 4,3 billones que afecta a casi todos los países del mundo, es la red de servicios que hace posible el movimiento físico de bienes dentro y a través de las fronteras. Comprende diversas actividades, tales como transporte, almacenamiento, corretaje, servicios de envío urgente, operaciones en las terminales, e incluso gestión de datos y de información. El nivel de eficiencia en el traslado de los bienes hacia los destinos finales es un factor clave para las oportunidades comerciales de un país.
“La logística es la columna vertebral del comercio mundial”, dijo Caroline Freund, directora del Departamento de Prácticas Mundiales de Macroeconomía, Comercio e Inversión del Grupo Banco Mundial. “A medida que las cadenas de suministro se dispersan más en todo el mundo, la calidad de los servicios logísticos de un país puede determinar si este país puede participar o no en la economía mundial”.
Análisis comparativo del desempeño logístico
Dado que el comercio y la logística se relacionan con numerosas esferas de una economía, es difícil obtener el panorama completo del desempeño de un país. Es por ello que el índice de desempeño logístico (IDL), incluido en el informe bienal Connecting to Compete (Conectarse para competir), (i) evalúa a los países sobre la base de una serie de indicadores. El índice, que tiene en cuenta factores como la competencia y las habilidades en materia de logística, la calidad de la infraestructura comercial, el precio de los envíos internacionales y la frecuencia con que los fletes llegan a tiempo a su destino, ayuda a los Gobiernos a monitorear su progreso a lo largo del tiempo y comparar su desempeño respecto de países similares.