Publicado por primera vez en el diario Gestión (Perú), el martes 12 de marzo del 2013.
La mayoría de los países del mundo, con independencia de su nivel de bienestar, se comprometen con programas de alimentación escolar que garanticen que sus niñas y niños tengan acceso a una adecuada alimentación para el desarrollo pleno de sus habilidades. Según un estudio realizado por el Programa Mundial de Alimentos, se estima que 368 millones de niñas y niños, en todo el mundo, reciben alimentos en la escuela cada año, con una inversión total de hasta US$75 mil millones. Los programas de alimentación escolar son parte de la red de protección social de los países y ayudan a que las niñas y niños asistan regularmente a la escuela, reduciendo así el ausentismo escolar. También hacen una contribución clara en términos de aprendizaje y de aumento de las capacidades cognitivas de los niños y promueven, desde una edad temprana, una adecuada nutrición.
El programa Qali Warma ha nacido con el propósito de brindar un servicio alimentario de calidad, sostenible y saludable, adecuado a los hábitos de consumo local - y cogestionado con la comunidad, para niños y niñas del nivel de educación inicial a partir de los 3 años de edad y del nivel de educación primaria, en instituciones educativas públicas. El énfasis ha sido puesto en aspectos de transparencia y rendición de cuentas y en mecanismos que permitan medir, de forma periódica, la satisfacción de los usuarios. La opción elegida es la de un modelo de alimentación escolar descentralizado con un fuerte componente de cogestión a nivel local-comunitario, que podría clasificarse como de esquema mixto, al combinar un nivel local (el de los Comités de Alimentación Escolar), con otro nivel superior (a través de los Comités de Compra).
El Banco Mundial y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas han venido acompañando al Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social - MIDIS - en la fase de diseño de este ambicioso programa que, en su primer año de implementación, llegará progresivamente a más de 2.7 millones de niños y niñas de todos los rincones del Perú. Ambas instituciones han puesto a disposición del MIDIS las mejores experiencias internacionales, las buenas prácticas y las lecciones aprendidas, en casa y en el extranjero. El desarrollo de los modelos de gestión, el sistema de control de calidad y, la oportunidad de visitar experiencias de otros países; la provisión de estudios y de kits de materiales educativos, acompañados de la capacitación en la metodología de uso de los mismos, así como el diseño de estrategias de monitoreo social son parte del apoyo prestado.
Sin duda, son muchos los desafíos que enfrenta Qali Warma; crear un programa que llegará a cerca de 40 mil escuelas, urbanas y rurales, en el primer año, sobre una lógica radicalmente distinta a la de los programas anteriores. No va a ser una tarea sencilla, pero será una oportunidad histórica para mejorar las condiciones de vida de las peruanas y peruanos, a través de un programa que provea alimentos con altos estándares de calidad, teniendo en cuenta la inmensa diversidad gastronómica del Perú y las especificidades culturales de costa, sierra y selva. También, constituirá un ejemplo único en su gestión con la participación de la sociedad civil y aplicando mecanismos de transparencia que permitan alejar la corrupción, e integrar en su diseño una evaluación rigurosa.
El Perú tiene un futuro prometedor, con una economía robusta y ciudadanos comprometidos con la construcción de un futuro más inclusivo. Sin duda, Qali Warma puede contribuir a continuar escribiendo este nuevo relato de un país con más oportunidades para todos y todas. Éxito, Niño Vigoroso. Sami, Qali Warma.
Susan Goldmark es Directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Peru y Venezuela, y Gemmo Lodesani es Director Regional para América Latina y El Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas.