El modesto crecimiento, respaldado por la recuperación de la zona del euro, es aún vulnerable
a los nuevos riesgos financieros y las dificultades estructurales
CIUDAD DE WASHINGTON, 11 de octubre de 2013. El crecimiento económico de los países emergentes de la regiónde Europa y Asia central se vio afectado durante la crisis financiera internacional y la crisis de la zona del euro, pero ha comenzado a recuperarse y se proyectan tasas de crecimiento modestas, del 2,2% para 2013 y del 3,1% para 2014, según señalaron funcionarios del Banco Mundial en una conferencia de prensa durante las Reuniones Anuales de 2013 de dicha entidad y el Fondo Monetario Internacional.Sin embargo, en comparación con las demás regiones del mundo, la recuperación del crecimiento enEuropa y Asia central ha sido más lenta y aún es vulnerable a diversos riesgos en una economía mundial dinámica.
“Hoy tenemos noticias buenas y malas”, dijo Laura Tuck, vicepresidenta de la Oficina Regional de Europa y Asia Central del Banco Mundial. “La buena noticia es que el riesgo de crisis en la zona del euro se ha reducido, y Europa ha comenzado a salir lentamente de la recesión, lo que tiene efectos positivos en los países emergentes de Europa y Asia central.La mala noticia es que han surgido nuevos riesgos financieros, como el que proviene de Estados Unidos, que obstaculizan una recuperación ya de por sí modesta”.
La buena noticia
Se observan signos de recuperación, en especial en Europa central y sudoriental, que se traducirán en un crecimiento más sólido en 2014: se espera que duplique las tasas anémicas de 2012 y 2013. En estos países, el crecimiento en 2012 fue de solo 0,8%, y se prevé un 0,9% en 2013. Para 2014 se espera que se acelere y llegue al 2% del producto interno bruto (PIB).
Por otro lado, las economías de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y Turquía, cuyo grado de dependencia respecto de la zona del euro es menor, han experimentado un crecimiento más sólido (4,4% anual promedio en el período 2009-12, mientras que los países de Europa central y sudoriental registraron un 1,9%).Según las proyecciones, el crecimiento de las economías de la CEI llegará en 2013 al 2,4% del PIB a pesar de la desaceleración de la economía rusa, que creció un 1,8%.Se espera que Turquía crezca un 3,6% este año.Para 2014, el Banco prevé un crecimiento del 3,5% en las economías de la CEI (3,1% para Rusia) y del 3,5% en Turquía.
La mala noticia
No obstante, los nuevos riesgos financieros, como los que provienen de Estados Unidos, obstaculizan la recuperación en Europa y Asia Central.Después de que en mayo de este añola Reserva Federal de Estados Unidos sugirió que reduciría la compra de bonos, los flujos de capital a los países emergentes de Europa y Asia central se frenaron, los rendimientos aumentaron, los mercados de valores cayeron abruptamente y las monedas se debilitaron.Estos factores afectaron a los países de la región con grandes déficits de cuenta corriente que sonvulnerables al ingreso de capitales, entre los que figuran las naciones de los Balcanes occidentales, Armenia y Belarús.
La dura realidad
“La dura realidad es que los principales problemas de las economías emergentes de Europa y Asia central son estructurales y exigen soluciones estructurales en el ámbito nacional”, añadió Laura Tuck. “Los Gobiernos de la región deben tomar medidas para resolver los desafíos clave, como crear nuevos empleos, abordar el tema del envejecimiento de la población y gestionar sus recursos naturales”.
El desempleo se ha mantenido en niveles elevados: supera el 10% en Europa central y continúa aumentando en la región de los Balcanes occidentales, donde actualmente más de uno de cada cinco trabajadores busca empleo.Las autoridades encargadas de formular políticas tienen la tarea de generar más y mejores empleos. Esto exigirá aplicar un enfoque multisectorial que vaya más allá de las normas y las medidas tradicionales dirigidas al mercado de trabajo.
“Es necesario generar mejores incentivos para que las personas pasen al empleo formal, en especial los que ganan salarios bajos y los trabajadores de medio tiempo”, señaló Hans Timmer, economista en jefe del Banco Mundial para la región de Europa y Asia central. “En particular, los sistemas tributarios tienen que volverse progresivos y diseñarse de manera tal que permitan este pasaje al sector formal.Asimismo, los países deben emprender reformas y aplicar políticas para propiciar un entorno en el que las empresas existentes y las nuevas puedan prosperar y crear empleo, y brindar apoyo a los trabajadores para que tengan mayor capacidad de adaptación, estén listos para trabajar y tengan mayor movilidad, de modo que puedan aprovecharnuevas oportunidades de trabajo”.
La gestión sostenible y responsable de los recursos naturales es un desafío que afecta a los países de Eurasia ricos en dichos recursos,como Azerbaiyán, Kazajstán, Rusia, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán.Un informe del Banco Mundial que se dará a conocer el mes próximo en Moscú señala que para tener éxito en el largo plazo,las economías de Eurasiaricas en recursosdeberán desarrollar instituciones más adecuadas.En el informe se insta a esos países a diversificar su base de activos con inversiones en capital humano, instituciones e infraestructura.
El Banco Mundial ayuda a los países clientes de la región de Europa y Asia central a abordar estos y otros desafíos con el objetivo de reducir la pobreza e impulsar la prosperidad compartida a través del diálogo sobre políticas, los estudios analíticos, el financiamiento de proyectos y los servicios de asistencia reembolsables.
Para obtener más información acerca de la labor del Banco Mundial en los países emergentes de Europa y Asia central, visitewww.worldbank.org/eca