El informe de la OMS, el UNICEF, el UNFPA, el Grupo del Banco Mundial y la División de Población de las Naciones Unidas resalta los progresos realizados.
12 DE NOVIEMBRE 2015 ¦ GINEBRA/NUEVA YORK - Según han informado hoy los organismos de las Naciones Unidas y el Grupo del Banco Mundial, la mortalidad materna ha disminuido en un 44% desde 1990.
De acuerdo con el informe, el último de una serie que ha analizado los avances realizados hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), las defunciones maternas en el mundo se redujeron desde 532 000 en 1990, aproximadamente, a unas 303 000 en el presente año. Es decir, se ha descendido hasta una tasa de mortalidad materna del orden de 216 defunciones maternas por cada 100 000 nacidos vivos, frente a 385 en 1990.
Se entiende por mortalidad materna el deceso de una mujer durante su embarazo, parto, o dentro de las 6 semanas después de su término.
La Dra. Flavia Bustreo, Subdirectora General del Departamento de Salud de la Familia, la Mujer y el Niño de la OMS, explica que "los ODM han dado un impulso sin precedentes en la reducción de la mortalidad materna. En los últimos 25 años, hemos conseguido reducir casi a la mitad el riesgo de que las mujeres fallezcan por causas relacionadas con el embarazo. Se trata de un progreso importante, aunque no suficiente. Sabemos que para 2030 es posible poner fin casi por completo a estas muertes, y nos comprometemos a trabajar para lograrlo".
De acuerdo con el Dr. Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el logro de este objetivo requerirá un esfuerzo mucho mayor: "Si en los próximos 15 años no aumenta el número de matronas y de otros trabajadores sanitarios con conocimientos obstétricos, los avances en muchos países con altas tasas de mortalidad materna pueden ser lentos e, incluso, pueden revertirse. Es necesario dar un gran paso adelante ahora o en 2030 nos volveremos a encontrar con que no habremos conseguido el objetivo de reducción de la mortalidad materna".
Los análisis incluidos en el informe Trends in Maternal Mortality: 1990 to 2015 – Estimates by WHO, UNICEF, UNFPA, World Bank Group and the United Nations Population Division se publican hoy en la revista médica The Lancet.
Al garantizar el acceso a servicios sanitarios de calidad durante el embarazo y el parto, estamos salvando vidas. Hay algunas intervenciones que son básicas, entre ellas: mantener una higiene adecuada para reducir el riesgo de infección, inyectar oxitocina inmediatamente después del parto para reducir el riesgo de hemorragia grave, diagnosticar y tratar problemas potencialmente mortales como la hipertensión inducida por el embarazo, y garantizar el acceso de las mujeres a servicios de salud sexual y reproductiva y de planificación familiar.
Avances desiguales
A pesar de la mejora alcanzada en las cifras mundiales, sólo 9 países (Bhután, Cabo Verde, Camboya, Irán, Maldivas, Mongolia, República Democrática Popular de Laos, Rwanda y Timor-Leste) alcanzaron la meta del ODM 5 de reducir un 75% la tasa de mortalidad materna entre 1990 y 2015. No obstante, a pesar de este importante avance, esta tasa continúa siendo en algunos de estos países superior a la media mundial.
Geeta Rao Gupta, Directora Ejecutiva Adjunta del UNICEF, señala que "como hemos visto con todos los ODM relacionados con la salud, para reducir la mortalidad materna es necesario que el fortalecimiento de los sistemas de salud se acompañe de mejoras en otras áreas. La educación de las mujeres y las niñas, en particular de las que pertenecen a los grupos más marginados, es fundamental para su supervivencia y la de sus hijos. La educación les permite adquirir los conocimientos necesarios para rechazar prácticas tradicionales que acarrean riesgos para ellas y para sus hijos".
A finales de este año, alrededor del 99% de las muertes maternas ocurrirán en regiones en desarrollo. Solamente en el África subsahariana se registran 2 de cada 3 defunciones (el 66%). Sin embargo, este dato revela una importante mejora: en esta región, la tasa de mortalidad materna descendió casi un 45% (de 987 por cada 100 000 nacidos vivos en 1990, a 546 en 2015).
La región que más avanzó fue Asia Oriental, donde esta tasa se redujo de 95 a 27 por cada 100 000 nacidos vivos (una disminución del 72%). En las regiones desarrolladas, la mortalidad materna se redujo un 48% entre 1990 y 2015, pasando de 23 a 12 por cada 100 000 nacidos vivos.
Hacia la eliminación de la mortalidad materna evitable
El objetivo de la nueva Estrategia Mundial de Salud de las Mujeres, los Niños y los Adolescentes, presentada en septiembre de 2015 por el Secretario General de las Naciones Unidas, es ayudar a alcanzar la ambiciosa meta incluida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de reducir la tasa de mortalidad materna mundial a menos de 70 por cada 100 000 nacidos vivos. Para ello será necesario triplicar con creces el ritmo de los avances y pasar de la mejora anual del 2,3% de esa tasa registrada entre 1990 y 2015 a un 7,5% anual a partir del próximo año.
La Estrategia Mundial hace hincapié en la necesidad de reforzar el liderazgo de los países movilizando recursos nacionales e internacionales para mejorar la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes. Será importante fortalecer los sistemas de salud para que puedan prestar una atención de calidad en todos los ámbitos, promover la colaboración intersectorial y facilitar información a los individuos y comunidades para que tomen decisiones con conocimiento de causa sobre su salud y para que exijan la atención de calidad que necesitan. En la Estrategia se subraya que es imprescindible una atención especial en circunstancias en que la mortalidad materna suele ser mayor, como las crisis humanitarias y los entornos vulnerables.
Como señala el Dr. Tim Evans, director superior del Departamento de Salud, Nutrición y Población del Grupo del Banco Mundial, "el ODS de poner fin a la mortalidad materna en 2030 es ambicioso, pero se puede alcanzar si redoblamos nuestros esfuerzos. El objetivo del Mecanismo Mundial de Financiamiento establecido recientemente para respaldar la iniciativa Todas las mujeres, todos los niños es ofrecer una financiación pertinente, sostenible y ampliable que ayude a los países a prestar los servicios básicos de salud que necesitan las mujeres y los niños."
Es necesario mejorar la calidad de los datos
Las estimaciones de mortalidad materna de 2015 reflejan la clara reducción de la mortalidad materna a lo largo de los años, que nos aproxima al ODM 5. Paralelamente, la mejora de la calidad y el aumento de la información que facilitan muchos países han permitido disponer de datos absolutos más exactos.
Los esfuerzos para mejorar los datos y la rendición de cuentas, sobre todo en los últimos años, han ayudado a impulsar estos progresos. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer para establecer sistemas completos y precisos de registro civil y estadísticas vitales que incluyan los nacimientos, las defunciones y las causas de estas.
Por otro lado, estas evaluaciones y revisiones de las muertes maternas son necesarias para entender por qué, dónde y cuándo se producen estas defunciones, y también qué se puede hacer para prevenirlas. Desde 2012, la OMS, el UNFPA y sus asociados disponen de un sistema de vigilancia de la mortalidad materna y de la respuesta conexa para detectar y notificar oportunamente todas las defunciones maternas, así como para analizar sus causas y los métodos más adecuados para prevenirlas. Cada vez son más los países de bajos y medianos ingresos que utilizan este sistema.