Estimados invitados especiales, colegas, amigos. Muchas gracias por compartir esta mañana y estos días con nosotros.
Desde la vicepresidencia de la Región de América Latina y el Caribe es un placer ser anfitrión y poder facilitar esta oportunidad de aprendizaje e intercambio de experiencias, conocimientos e ideas sobre lo que funciona para promover la igualdad de género en la región.
La igualdad de género no solamente es un derecho fundamental del ser humano. También es clave para reducir la pobreza y lograr una prosperidad compartida. Cuando las mujeres pueden realizar plenamente su potencial laboral, hay crecimiento económico. Cuando hay igualdad de género, la productividad de las empresas aumenta. Y cuando la mujer cuenta con mejores ingresos, la inversión en capital humano es mayor.
En América Latina y el Caribe se han visto grandes avances hacia la igualdad y la equidad de género en las últimas décadas: el desempeño educativo de las mujeres y sus condiciones de salud han mejorado notablemente.
En la mayoría de los países de la región, las niñas alcanzan paridad de género en la matrícula escolar primaria y están superando a los niños en la educación secundaria y en la educación universitaria. En el contexto de crecimiento económico, el aumento de las inversiones en capital humano, junto con la disminución de la fertilidad y la edad más tardía del matrimonio, han contribuido a ampliar las oportunidades económicas de las mujeres. La participación política de las mujeres también ha mejorado.
Sin embargo, quedan muchos retos. La situación de las mujeres y los problemas que enfrentan varían ampliamente dentro de la región y al interior de los países.
Por ejemplo, las mujeres en las áreas rurales y las mujeres indígenas siguen enfrentando mayores retos que las mujeres urbanas y no-indígenas. El acceso de las mujeres a los empleos de calidad sigue siendo un desafío importante para el empoderamiento económico.
La mortalidad materna sigue siendo entre las más altas en el mundo. La baja participación de las mujeres en procesos y espacios de toma de decisiones, el embarazo adolescente y la violencia de género son importantes retos en si mismos. Pero estos retos también son manifestaciones de una limitada capacidad de decisión y acción de las mujeres. Esto impide que aprovechen plenamente las oportunidades económicas y avances en salud y educación, creando un círculo vicioso.
Es por estos desafíos que quedan, que el Banco Mundial lanzó el Concurso Regional en julio de este año. El Concurso ha permitido identificar, documentar y - ahora - premiar buenas iniciativas de diversos actores que trabajan en los países con tres temas importantes para la igualdad de género en la región: embarazo adolescente, violencia basada en género y la participación de mujeres en la toma de decisiones.
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En América Latina y el Caribe, la tasa de fertilidad de mujeres entre 15 y 19 años es 25 por ciento más alto del promedio mundial. Solamente África Sub-Sahariana muestra niveles más altos de embarazo en las adolescentes. Eso se traduce en una proporción alta de madres adolescentes. En Colombia, por ejemplo, una de cada 5 jóvenes entre 15 y 19 años ha sido embarazada en algún punto de su vida. El embarazo en los adolescentes en la región está relacionado con niveles de pobreza más altos, peor desempeño educativo, y mayores problemas de salud.
Hoy queremos reconocer dos organizaciones que trabajan para prevenir el embarazo adolescente.
La ONG Think Action Development de México merece una mención honorable por su iniciativa “Pregúntale al experto”. Su programa brinda a los y las jóvenes las herramientas necesarias para la toma de decisiones informada con respecto a su sexualidad y a la prevención del embarazo adolescente. [Nombres de la representante: Elvia Varas Garcia]
La Organización ganador de esta categoría es la Asociación Paz Joven de Guatemala, con su programa “Yo decido - Participar, transformar y prevenir”.
Esta iniciativa realiza y promueve acciones multisectoriales a nivel local y nacional para prevenir los embarazos en adolescentes. Según las evaluaciones, es particularmente innovador en que ponen a los y las jóvenes en el centro de sus procesos y usan diferentes tipos de media, métodos y espacios para hacer que el diálogo sobre embarazo sea más relevante y oportuno para los y las adolescentes y para que el tema entre en las agendas políticas y sociales de la comunidad.
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La violencia de género también es muy alta en la región, con tasas de prevalencia más altas que el promedio mundial. Se estima que aproximadamente un 33 por ciento de las mujeres que han estado en una relación de parejas, alguna vez ha sido víctima de violencia por parte de su pareja. La violencia es muchas veces muy ligada a normas y estereotipos sobre lo que significa ser un hombre y lo que se espera de una mujer en la sociedad.
A través del Concurso regional, hemos podido identificar dos instituciones que merecen ser reconocidos por su trabajo entorno a la prevención y atención de la violencia de género.
Para la mención honorable: La iniciativa “Equidad: el respeto es la ruta” de la ONG Cauce Cuidadano A.C. de México. Apoya a procesos educativos que promuevan las relaciones basadas en el respeto y la igualdad de género entre los jóvenes para combatir la violencia de género.
Ganador de esta categoría es la iniciativa “Bem-me-Quer” implementado por la Asesoría Especial para Asuntos Internacionales, Casa Civil, del Gobierno del Estado de Sao Paulo en Brasil. Este programa ofrece atención integrada a las víctimas de la violencia sexual a través de un conjunto de diferentes servicios especializados.
Los evaluadores de esta iniciativa destacan que es un servicio público muy completo, ya que una unidad multidisciplinaria integrando servicios de salud, servicios sociales y legales, y provee respuestas oportunas en situaciones de emergencia.
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Mientras que las mujeres latinas han logrado la participación más alta de todas las regiones en los parlamentos nacionales, falta mucho para que este logro se traslade a los espacios locales. Según la CEPAL, ni el 12 por ciento de las autoridades locales electas son alcaldesas. Las Mujeres también se ven en desventaja en cuanto al acceso a otros espacios importantes: acceso a los empleos más productivos, a tierra, a fondos financieros. Como he mencionado anteriormente, una sociedad en la que hombres y mujeres gozan de igualdad de derechos y de acceso a los espacios de toma de decisiones, sus sociedades tienden a ser menos pobres y más productivas.
Hoy contamos con representantes de dos organizaciones que trabajan para mejorar la participación de las mujeres en la toma de decisiones en la región.
Queremos otorgar una mención honorable a la Municipalidad de Lima, Perú, por su programa de “Presupuesto Participativo para la Igualdad de Oportunidades”. Esta iniciativa garantiza a las mujeres una plena participación en la toma de decisiones sobre el presupuesto municipal y además promueve proyectos que eliminen las brechas de género.
Finalmente, la institución ganadora de esta categoría es la Fundación Acesco de Colombia por su programa “Colchas de Amor”. “Colchas de Amor” promueve la participación y el empoderamiento de las mujeres a través de diversas actividades. Según nuestros evaluadores, esta iniciativa ha logrado llevar a un espacio productivo cotidiano temas complejos como los derechos y la participación política. Aprovechando estos espacios se les enseña a las mujeres acerca de los procesos de decisión locales y derechos, lo cual ha permitido a las mujeres con poca o ninguna educación tener acceso a la toma de decisiones a nivel local y tomar decisiones sobre la reinversión de las ganancias de su producción en proyectos comunitarios priorizados.
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Muchas gracias a todas y todos por haber estado hoy aquí. Enhorabuena a todos los galardonados y mucho ánimo en el trabajo que desempeñan. Hay mucho que hacer y sepan que tienen el Banco Mundial un aliado para avanzar y promover la igualdad de género en la región.
