Desafío
En los últimos 30 años, China ha conseguido logros notables y mundialmente reconocidos en materia de lucha contra la pobreza. La cantidad de pobres que vive con menos de US$1,25 al día cayó de 835 millones a 208 millones entre 1981 y 2005.
No obstante, es difícil llegar a quienes aún viven en condiciones de pobreza puesto que no se concentran en lugares específicos y están más dispersos en zonas lejanas e inaccesibles. La mayoría de quienes viven en la pobreza absoluta son habitantes de zonas rurales, y cerca del 80% de ellos habita en las provincias occidentales y centrales. Además, el crecimiento económico ya no es un motor tan poderoso de la reducción de la pobreza y la lucha contra este problema con métodos convencionales se está tornando cada vez más costosa.
Se sabe que las minorías étnicas y las personas con discapacidad representan una parte extremadamente desproporcionada de la pobreza rural. Las minorías étnicas conforman menos del 9% de la población total, pero al momento de la evaluación del proyecto, se pensó que representaban cerca del 40% del resto de los pobres absolutos y que, a menudo, vivían en la miseria.
Del mismo modo, los discapacitados y las familias con integrantes en esta condición representaban una gran y creciente proporción del total de pobres. Se creía que las personas con discapacidades eran cerca de un tercio del resto de los pobres rurales. En las áreas más desfavorecidas, la relación entre pobreza y discapacidad se reforzaba mutuamente.
Solución
El proyecto aplicó una estrategia participativa a una escala sin precedentes en China e involucró a un gran número de aldeas lejanas en procesos de planificación y toma de decisiones. Las comunidades y las familias determinaron las actividades que se realizarían, eligiéndolas de una lista altamente flexible de alternativas. La iniciativa tenía además interés específico en el tema de género y llegó con eficacia a las mujeres gracias a la estrategia de participación.
Además, respaldó obras de infraestructura rural básica (como caminos rurales, abastecimiento de agua y saneamiento, pequeños sistemas de conservación del agua, energía y redes rurales de electrificación y telecomunicaciones), servicios básicos de salud y educación. Adicionalmente, se promovieron prácticas agrícolas sostenibles en zonas montañosas para proporcionar oportunidades de generación de ingresos en lugares distantes rara vez beneficiados por otros programas de apoyo.
El proyecto también tuvo un alcance único en cuanto a minorías étnicas en las tres provincias participantes. Se trató de una de las iniciativas más importantes del Banco Mundial en la lucha contra la pobreza destinada a poblaciones minoritarias. Con una donación del Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional (DFID, por sus siglas en inglés), se entregó asistencia a personas con discapacidad en el condado Yuexi de Sichuan.