Desafío
Se avanzó mucho en la expansión del abastecimiento de agua y saneamiento en los países clientes del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). No obstante, 768 millones de personas en el mundo todavía no tienen acceso a fuentes mejoradas de agua y 2500 millones carecen de acceso a saneamiento seguro. Solo el 64 % de la población mundial cuenta hoy con acceso a saneamiento mejorado, una cifra que se cree aumentará al 67 % para 2015, muy por debajo de la meta del 75 % indicada en los objetivos de desarrollo del milenio (ODM).
Sin embargo, incluso las personas que tienen acceso a suministro de agua y saneamiento a menudo deben enfrentar servicios deficientes. La mejora del desempeño de las empresas en esta área es crucial para garantizar un servicio continuo y niveles más bajos de filtraciones, que afectan tanto la calidad como la cantidad de agua disponible para los usuarios finales, los ingresos de las empresas, y su sostenibilidad financiera. Además, es necesario abordar consideraciones sociales y de financiamiento en el diseño, planificación y ejecución de instalaciones y políticas de abastecimiento de agua y saneamiento para mantener los servicios al alcance de los más pobres. Las políticas arancelarias y la planificación financiera estratégica que involucra a Gobiernos, proveedores de servicios, usuarios finales y donantes son clave para asegurar servicios sostenibles de agua y saneamiento para todos.
De cara al futuro, estos problemas se verán agravados por la creciente competencia por los recursos hídricos a medida que se acelera el proceso de urbanización, se producen cambios en el uso del suelo, y aumenta la variabilidad del clima y el cambio climático. Todos estos temas están en el centro de la interrelación entre agua, energía y alimentos.
Solución
Los siguientes elementos definen la estrategia del Banco Mundial:
Obtención de resultados en materia de desarrollo. Mediante la oferta de una variedad de soluciones financieras, las operaciones del Banco se adaptan a las necesidades y capacidades de los países. En los Estados frágiles y afectados por conflictos, el Banco, junto con los asociados, garantiza el mantenimiento o la recuperación de los servicios esenciales para la población. Por ejemplo, en la nueva República de Sudán del Sur, a través del Fondo Fiduciario de Múltiples Donantes para Sudán del Sur, que es administrado por el Banco Mundial (ejercicios de 2010-12), más de 400 000 beneficiarios directos obtuvieron acceso a un mejor suministro de agua y saneamiento mediante la construcción y recuperación de 586 puntos de abastecimiento de agua. El proyecto también incluyó el apoyo para la creación de un comité del agua y el fortalecimiento institucional de la gestión de los sistemas hídricos. En otros países, y con el objetivo final de servir a más personas con servicios adecuados, el respaldo del Banco se centra en esfuerzos a más largo plazo destinados al fortalecimiento de las capacidades institucionales, incluso a nivel de entes descentralizados, y a la promoción de empresas sostenibles de manera que se entreguen servicios de mejor calidad a los usuarios.
Soluciones innovadoras para situaciones complejas. Mediante la vinculación del conocimiento mundial con la experiencia operacional, el Banco aplica en otras partes del mundo las enseñanzas y las buenas prácticas que han ido surgiendo en un país o región. Por ejemplo, con el apoyo del Programa de Asociación para el Agua (WPP, por sus siglas en inglés), el Banco ha impulsado el innovador enfoque de la gestión integrada de aguas urbanas (IUWM, por sus siglas en inglés) (i) que se puso a prueba en siete ciudades de América Latina en los últimos tres años a través de inversiones y apoyo técnico. También se utilizó recientemente una estrategia de IUWM en Azerbaiyán. La IUWM fue el centro de atención del emblemático informe (i) sobre el sector del agua de 2012 del Banco Mundial.
Servicios de análisis y asesoría. La producción y difusión de conocimientos y las actividades de apoyo transversal permiten una comprensión más profunda de cuestiones generales como la descentralización, la participación de la comunidad y del sector privado, como también un renovado enfoque en los países donde la falta de agua puede limitar el crecimiento. Las prioridades clave abarcan la promoción de soluciones inclusivas favorables a los pobres y el mejoramiento de intervenciones que tengan un mayor equilibrio en materia de género, el financiamiento sostenible a nivel de proyecto y sector, y los impactos del cambio climático con el fin de que la cartera de abastecimiento de agua y saneamiento responda a los nuevos objetivos institucionales del Banco: terminar con la pobreza extrema para 2030 y promover la prosperidad compartida para beneficiar al 40 % más pobre de la población, garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad. Por ejemplo, el Programa de Agua y Saneamiento (WSP, por sus siglas en inglés), (i) una asociación de múltiples donantes administrada por el Banco, reunió pruebas de proyectos recientes que demuestran que aún hay un enorme potencial de mercado sin aprovechar, lo que representa oportunidades de negocios para el sector privado que ayudarán a reducir el déficit de inversión, impulsar la ampliación de los servicios a los pobres y acelerar el logro de las metas de agua y saneamiento.
Optimización de los recursos. El Banco Mundial ayuda a los Gobiernos a mejorar sus sistemas de seguimiento y evaluación, a fin de aumentar la transparencia y la rendición de cuentas, e informar sobre los resultados y avances. Por ejemplo, a nivel de las empresas de servicios públicos, la iniciativa de la Red Internacional de Comparaciones (IBNET, por sus siglas en inglés) mantiene una base de datos que incluye indicadores estandarizados de desempeño para 2000 compañías del sector, que cubren más de la cuarta parte de la población urbana mundial en 85 países, y provee asistencia técnica adaptada a las necesidades de las empresas. A nivel gubernamental, se realizan exámenes del gasto público (PER, por sus siglas en inglés) para ayudar a los clientes del Banco a evaluar la eficacia de este gasto en el sector de agua y saneamiento y priorizar opciones de políticas sectoriales y multisectoriales. Una evaluación de 15 PER realizada en África al sur del Sahara destacó las limitaciones de capacidad y las reformas incompletas del sector, abriendo la puerta para un mejoramiento en las actividades futuras.