Sin embargo, los desafíos que el mundo encara actualmente son tan complejos y perturbadores como los del pasado reciente. Las fuertes adversidades económicas han desacelerado el crecimiento mundial; la fragilidad y los conflictos han forzado a decenas de millones de personas a desplazarse y abandonar sus hogares; los países y sus economías son vulnerables a los desastres naturales y a las perturbaciones relacionadas con el cambio climático, y una pandemia puede propagarse rápidamente sin advertencia. Todos nos vemos afectados por estos desafíos, pero la cruda realidad es que las personas que viven en la pobreza extrema reciben los golpes más duros y antes que nadie.
La misión del Grupo Banco Mundial está definida por dos objetivos: poner fin a la pobreza extrema para 2030 e impulsar la prosperidad compartida del 40 % más pobre en los países de ingreso bajo y mediano. Para lograr esto, la institución se centra en el crecimiento inclusivo de base amplia, y se mantiene alerta ante perturbaciones que puedan poner en peligro los logros en materia de desarrollo que tanto costó conseguir.
Sabemos que no basta con mantener el nivel de actividades que hemos llevado adelante hasta ahora. El Grupo Banco Mundial colabora de formas innovadoras con una variedad de asociados cada vez más diversa. Por ejemplo, el año pasado se asoció con las Naciones Unidas y el Grupo Banco Islámico de Desarrollo para poner en marcha un mecanismo de financiamiento innovador para ayudar a los refugiados sirios y a las comunidades de acogida de Jordania y el Líbano. A partir de las contribuciones iniciales que proporcionaron ocho naciones y la Comisión Europea, el mecanismo será capaz de generar inmediatamente hasta USD 800 millones en préstamos en condiciones concesionarias para estos dos países. Esto permitirá ampliar los programas para extender el alcance de servicios vitales, como la salud y la educación, y satisfacer la demanda tanto de los refugiados como de los ciudadanos.
Esta es una de las soluciones novedosas que está implementando el Grupo Banco Mundial para afrontar los desafíos mundiales de hoy. El personal talentoso y dedicado de nuestras cuatro instituciones de financiamiento principales —el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, la Asociación Internacional de Fomento, la Corporación Financiera Internacional y el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones— trabaja en conjunto para movilizar las soluciones e inversiones innovadoras que se necesitan para respaldar un crecimiento económico inclusivo.
En el ejercicio de 2016, el Grupo Banco Mundial comprometió casi USD 64 200 millones en préstamos, donaciones, participaciones en capital accionario y garantías para sus países miembros y para empresas privadas. La demanda de los servicios del BIRF continúa siendo sólida; durante el ejercicio, formalizó compromisos por un total de USD 29 700 millones, el monto más alto registrado fuera de las crisis financieras. La AIF, el fondo del Banco Mundial para los más pobres, comprometió USD 16 200 millones para respaldar a los países que deben hacer frente a los desafíos más difíciles.
La labor conjunta con el sector privado será cada vez más importante para alcanzar el grado de financiamiento necesario para los objetivos de desarrollo de la institución. IFC y MIGA, dos de las instituciones centradas en el desarrollo del sector privado, están intensificando sus esfuerzos en esta esfera. IFC proporcionó una cantidad récord de financiamiento para el desarrollo del sector privado: alrededor de USD 18 800 millones, de los cuales unos USD 7700 millones se movilizaron de inversionistas asociados. Las inversiones de IFC en regiones en situación de fragilidad y conflicto llegaron a casi USD 1000 millones, un aumento de más del 50 % respecto del ejercicio anterior. MIGA emitió una cifra récord de USD 4300 millones en garantías contra riesgos políticos y para el mejoramiento del crédito, que respaldaron varias inversiones; el 45 % de su cartera activa se destinó a países que pueden recibir financiamiento de la AIF y un 10 %, a países afectados por conflictos y fragilidad.
Los logros alcanzados en las últimas décadas demuestran que somos la primera generación de la historia de la humanidad que puede poner fin a la pobreza extrema. Este es nuestro gran desafío, pero también es una gran oportunidad. Al ver la determinación colectiva del Grupo Banco Mundial, sus países miembros y los asociados de todo el mundo, mantengo el optimismo: creo que podremos abordar estos desafíos —de a una región, un país y una persona a la vez— y crear un mundo más próspero e inclusivo para todos.
Dr. Jim Yong Kim
Presidente del Grupo Banco Mundial y de los
Directorios Ejecutivos y las Juntas de Directores
de las instituciones que lo integran