Se espera que el crecimiento económico de la región se mantenga en 2,9 % en 2016, con un ritmo inferior al promedio en los países del Consejo de Cooperación del Golfo (2,2 %) y en Líbano, Marruecos y Túnez (1,8 %), y un ritmo superior al promedio en los países en desarrollo de la región (4,4 %). Para 2017, las proyecciones del crecimiento son de un 4,2 % y se basan, en gran medida, en el supuesto de que aumente la producción de petróleo en Libia y la República Islámica de Irán. Menos del 3 % de la población está en situación de extrema pobreza, pero la vulnerabilidad es elevada porque el 53 % de las personas vive con USD 4 al día o menos.
Asistencia del Banco Mundial
Durante el ejercicio de 2016, el Banco Mundial aprobó financiamiento por valor de más de USD 5200 millones para 15 proyectos en la región, que incluyó USD 5200 millones en préstamos del BIRF y USD 31 millones en compromisos de la AIF. También comprometió USD 53 millones en financiamiento especial para cinco proyectos en la Ribera Occidental y Gaza.
El Banco prestó servicios analíticos y de asesoría en 187 casos en el ejercicio de 2016. Se asoció con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados a fin de preparar un informe innovador titulado El bienestar de los refugiados sirios: Datos de Jordania y Líbano, que incluye recomendaciones de políticas basadas en pruebas empíricas. En otro informe publicado por el Banco, Trust, Voice, and Incentives: Learning from Local Success Stories in Service Delivery in the Middle East and North Africa (Confianza, representación e incentivos: Enseñanzas de casos exitosos de prestación de servicios en Oriente Medio y Norte de África), se analiza la función de los incentivos, la confianza y la representación, y se señalan formas en las que los Gobiernos pueden aumentar la rendición de cuentas, la aplicación de las políticas y la prestación de servicios. El Banco proporcionó más de USD 30 millones en servicios de asesoría reembolsables a los Gobiernos del Consejo de Cooperación del Golfo, haciendo hincapié en la educación, la gobernanza, la diversificación económica y las pymes.
En este ejercicio el Banco anunció una nueva estrategia regional que se centra en la promoción de la paz y la estabilidad social. Los cuatro pilares de la estrategia se orientan a forjar un nuevo contrato social para crear estructuras de gestión más inclusivas y con más rendición de cuentas, y economías impulsadas por el sector privado; aumentar la cooperación regional; crear resiliencia, lo que incluye resolver los desafíos de las víctimas de desplazamiento forzado, y respaldar la recuperación y reconstrucción económica.
Renovar el contrato social
El Banco Mundial puede ayudar a los países de la región a renovar el contrato social en tres esferas como mínimo —empleo, servicios de calidad y participación ciudadana— para contribuir a la paz y a la estabilidad a corto plazo y al crecimiento económico a largo plazo. Para promover la confianza en las instituciones y los procesos de los Gobiernos, el Banco aprobó un préstamo por valor de USD 1200 millones para Iraq, que ayudará a estabilizar la situación fiscal y centrar la atención en las reformas en materia de gobernanza. Aprobó también un préstamo de USD 1000 millones a Egipto, para que mejore su saldo fiscal y respalde reformas a los subsidios a la energía. Un préstamo de USD 500 millones permitirá al Gobierno de Túnez centrarse en la gobernanza y las reformas que ayudarán a crear empleos. Un préstamo de USD 200 millones a Marruecos contribuirá a reforzar la transparencia y la rendición de cuentas.
Aumentar la cooperación regional
Más allá de los beneficios económicos, las posibles mejoras derivadas de una mayor integración en esferas tales como la energía, el agua y la educación pueden ayudar a fortalecer la cooperación y la confianza en la región. Mediante un préstamo de USD 250 millones a Jordania se mejorará considerablemente la seguridad energética del país, gracias a la diversificación de sus importaciones de energía y el establecimiento de vínculos con sus exportadores vecinos. Con un préstamo de USD 200 millones para el transporte vial en Túnez se fortalecerán los vínculos con las regiones del país que están más atrasadas y con los países vecinos.
Generar resiliencia ante los desplazamientos forzados
Generar resiliencia en casos de desplazamiento forzado significa promover el bienestar de las personas obligadas a desplazarse y de las comunidades de acogida de toda la región. El respaldo del Banco Mundial incluye un programa por valor de USD 350 millones para Iraq que ayudará a reconstruir siete ciudades y aldeas que fueron liberadas del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), y contribuirá al reasentamiento de las poblaciones que regresan al lugar (véanse los detalles del proyecto en el recuadro). A través de una donación de la AIF de USD 20 millones, se respaldarán los esfuerzos de Djibouti por ayudar a las víctimas de desplazamiento forzado. Un préstamo de USD 12,3 millones servirá para ampliar la cobertura y mejorar el paquete de asistencia social para las personas del Líbano afectadas por la crisis de Siria y ayudará a todos los hogares vulnerables del país.
Respaldar la recuperación y la reconstrucción económica
Ofrecer asistencia para recuperar y restaurar las economías afectadas por conflictos e inestabilidad es un elemento central de la misión y la asistencia del Banco en la región. Golpeado por episodios de inestabilidad, a menudo vinculados con la falta de empleo para los jóvenes, Túnez busca aumentar la capacidad de empleo de los graduados de la educación superior, cuyas tasas de desocupación son las más altas del país. El préstamo de USD 70 millones del Banco ayudará al Gobierno en sus esfuerzos por lograr este objetivo. De igual modo, los USD 5 millones en financiamiento otorgados a la Ribera Occidental y Gaza respaldarán la creación de empleo en el sector privado.
Más información: Página del Banco Mundial sobre la región de Oriente Medio y Norte de África »