En 2015, el crecimiento económico de África al sur del Sahara se desacelerará respecto del 4,5 % registrado en 2014 y se ubicará en el 4,1 %. Este declive refleja, en gran parte, la caída de los precios del petróleo y de otros productos básicos. No obstante, el crecimiento se mantendrá firme en la mayoría de los países de ingreso bajo gracias a las inversiones en infraestructura y a la expansión de la agricultura, aunque la baja de los precios de los productos básicos atenuará la actividad en los países exportadores de metales y de otras materias primas clave. Se espera que la expansión que vienen experimentando los sectores no petroleros, en particular el de los servicios, impulse el crecimiento en 2016 y en los años siguientes. Según las previsiones, el crecimiento se acelerará en los países de ingreso mediano bajo y mediano alto como consecuencia del aumento en la inversión pública y la recuperación del turismo.
Asistencia del Banco Mundia
Durante este ejercicio económico, el Banco aprobó un financiamiento de US$11 600 millones para 103 proyectos en la región. Dicho monto incluyó US$1200 millones en préstamos del BIRF y US$10 400 millones en compromisos de la AIF. Los sectores que más fondos recibieron fueron los de administración pública, derecho y justicia (US$3000 millones); salud y otros servicios sociales (US$2800 millones) y transporte (US$1200 millones).
Las actividades del Banco Mundial en África abarcaron el apoyo a la integración regional; el trabajo respecto de los factores relativos al desarrollo que generan fragilidad y conflictos; la ampliación del acceso a la energía eléctrica; el apoyo a los pequeños agricultores y el incremento de la productividad agrícola, así como el diseño y la implementación de planes de recuperación económica en los países afectados por la epidemia de ébola.
Promover la integración regional
La integración regional en África sigue siendo una parte fundamental de la labor del Banco dirigida a mejorar la conectividad, generar economías de escala e incrementar la productividad. Durante este ejercicio, se continuó avanzando hacia la integración de la región mediante iniciativas subregionales que buscaban abordar los factores causantes de la fragilidad y los conflictos en las zonas de los Grandes Lagos, el Sahel y el Cuerno de África. Durante este ejercicio, el financiamiento destinado a iniciativas de integración regional en África al sur del Sahara ascendió aproximadamente a los US$2300 millones.
Mediante la asistencia de la AIF, se financian proyectos de infraestructura regional (energía, transporte, riego, tecnologías de la información y las comunicaciones), lucha contra la violencia sexual y de género y salud de la mujer, comercio e integración económica, y bienes públicos regionales, tales como los laboratorios de vigilancia epidemiológica. Entre los proyectos aprobados figuran la asistencia para ampliar el acceso de las comunidades pastorales y agropastorales de seis países del Sahel a los activos productivos esenciales, los servicios y los mercados, y el apoyo a las redes eléctricas interconectadas, como la Red Eléctrica de África Meridional, con las que se crean mercados regionales de electricidad a fin de incrementar la generación de energía, bajar los costos y mejorar la competitividad.
Ampliar el acceso a la electricidad
La falta de suministro eléctrico adecuado sigue siendo el principal obstáculo en el área de la infraestructura en África. Por tal motivo, una meta primordial de la labor del Banco en la región es ampliar el acceso a un servicio eléctrico asequible, confiable y sostenible. Los proyectos en esta área se centran en el desarrollo de la energía hidroeléctrica y de otras formas de energía sostenible para incrementar la producción de electricidad y beneficiar a millones de africanos.
El BIRF se ha asociado con IFC y MIGA para respaldar conjuntamente un plan energético para Nigeria, con el que se sacará provecho de toda la gama de productos y conocimientos del GBM a fin de atraer la inversión privada. Con este plan se apoyará el programa de reforma energética del país y se ampliará la capacidad instalada de generación eléctrica en unos 1000 megavatios. El Banco respalda también el Proyecto Hidroeléctrico Regional de las Cataratas Rusumo, que se lleva adelante en Burundi, Rwanda y Tanzanía. Asimismo, aprobó brindar apoyo para un proyecto a través del cual se instalará un interconector para facilitar el comercio de electricidad entre Gambia, Guinea, Guinea-Bissau y Senegal.
Adaptarse al cambio climático y gestionar los riesgos de desastres
El cambio climático está causando graves daños en África, y los pobres de la región son los más perjudicados. Los patrones de precipitación se han vuelto más volátiles en el Sahel y en otras tierras secas, donde los recursos hídricos se agotan continuamente. Los desastres naturales, como las sequías de África oriental y las inundaciones y los ciclones de África meridional, son cada vez más frecuentes y de mayor intensidad. Por ello, la inversión en técnicas de adaptación al cambio climático y de gestión de riesgos de desastres sigue siendo una de las principales prioridades. En el ejercicio de 2015, el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó un crédito de la AIF por US$300 millones para financiar el Proyecto de Desarrollo Metropolitano de Dar es Salaam, en Tanzanía, con el que se mejorarán servicios clave para la prevención de inundaciones, la movilidad urbana y la infraestructura básica en comunidades de bajos ingresos que albergan a 1,5 millones de personas.
Incrementar la productividad y la producción agrícola
Es necesario avanzar con más rapidez en el aumento de la productividad y la producción agrícola en África. El Banco brinda asistencia a los pequeños agricultores a través de programas que financian la inversión en tecnologías más avanzadas, los servicios financieros para el sector rural y la ampliación del acceso a los mercados. La institución alienta una mayor inversión en la agroindustria y promueve las iniciativas dirigidas a mejorar la gestión de la tierra y de los recursos hídricos mediante la adopción de prácticas de riego modernas, las medidas para evitar el surgimiento de conflictos por los recursos hídricos y la puesta en práctica de soluciones para una agricultura inteligente en relación con el clima. El Banco respalda los esfuerzos de los países mediante iniciativas que vinculan a los agricultores con los mercados y reducen los riesgos y la vulnerabilidad, amplían el empleo rural y logran una agricultura más sostenible desde el punto de vista ambiental. Entre los proyectos aprobados durante este ejercicio, figuran el apoyo conjunto del Banco e IFC para desarrollar cadenas de valor competitivas y de orientación comercial en Camerún, y el respaldo brindado para incrementar e intensificar la productividad del sector agropecuario de Rwanda.
Responder a la epidemia de ébola y encarar la recuperación posterior
El GBM movilizó más de US$1600 millones en asistencia para Guinea, Liberia y Sierra Leona tras el inicio de la epidemia de ébola en 2014. El paquete inicial de respuesta ante la emergencia proporcionado por la AIF (compuesto en su mayoría por donaciones) ayuda a estos tres países a brindar tratamiento y atención, contener y prevenir la propagación del virus, suministrar a las comunidades las herramientas necesarias para hacer frente al impacto económico de la crisis y mejorar los sistemas de salud pública.
Más información: Página del Banco Mundial sobre la región de África (EN) »