La región de Oriente Medio y Norte de África sigue atravesando una etapa de transición. Túnez y la República Árabe de Egipto parecen estar consolidando entornos políticos más estables, pero la situación en la República del Yemen se ha deteriorado notablemente. La violencia continúa asolando Iraq, Libia, la República Árabe Siria y Yemen, mientras que Iraq, Jordania y Líbano deben hacer frente a la llegada de enormes cantidades de refugiados. Los países que integran el Consejo de Cooperación del Golfo, Jordania y Marruecos se mantienen estables.
Como consecuencia de los conflictos y la inestabilidad, de la baja en los precios del petróleo y de la lentitud de las reformas, el crecimiento de la región se desacelerará, según las previsiones, hasta ubicarse entre un 3,1 % y un 3,3 % en 2015 y 2016. Sin embargo, las tasas de crecimiento variarán marcadamente de un país a otro dentro de la región. Se prevé que el PIB de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo aumentará entre un 3,2 % y un 3,8 % en 2015, mientras que en los países en desarrollo de la región alcanzará tan solo el 2 %. En Argelia e Iraq, se espera que el producto se incremente apenas el 0,9 %, y en la República Islámica de Irán, solo el 0,6 %.
La pobreza extrema en la región sigue en niveles bajos: el 2,6 %. Sin embargo, la vulnerabilidad a la pobreza es muy alta: el 53 % de la población vive con US$4 al día o menos.
Asistencia del Banco Mundial
Durante este ejercicio económico, el Banco aprobó un financiamiento de US$3500 millones para 17 proyectos en la región, que incluyó US$3300 millones en préstamos del BIRF y US$198 millones en compromisos de la AIF. El Banco comprometió también US$75 millones en financiamiento especial para 6 proyectos en la Franja Occidental y Gaza. Los tres sectores que más fondos recibieron fueron los de energía y minería (US$1000 millones); agua, saneamiento y protección contra las inundaciones (US$611 millones), y salud y otros servicios sociales (US$600 millones).
Asimismo, durante el ejercicio de 2015, el Banco elaboró 122 productos de asistencia técnica no crediticia y estudios económicos y sectoriales. En un innovador informe, se analizó el modo en que la falta de condiciones equitativas y la captura del Estado en la región obstaculizan la creación de empleo. En otro estudio, se detectaron las deficiencias estructurales de las empresas exportadoras y se propusieron posibles reformas normativas que impulsarían el crecimiento y el empleo. A través del Programa de Servicios de Asesoría Reembolsables de la región, se suministraron servicios de análisis y asesoría a diversos Gobiernos por valor de más de US$30 millones. El Banco propuso distintos modos para lograr mayor eficiencia y efectividad en los sistemas educativos y de salud, mejorar la gestión de gobierno (lo que incluía la recomendación de aplicar prácticas más sólidas de gestión de las finanzas públicas), crear empleos, diversificar la economía (en particular, propiciando el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas) e incrementar la eficacia energética.
El marco en el que se encuadra la labor del Banco en estos países sigue basándose en la gestión de gobierno, la inclusión, el empleo y el crecimiento sostenible, así como en cuestiones multisectoriales: integración regional y mundial, género y desarrollo del sector privado. Para maximizar su impacto, el Banco ha comenzado a repensar su estrategia, haciendo especial hincapié en el objetivo de lograr la paz y la estabilidad. La nueva estrategia permitirá ampliar la labor del Banco para alcanzar la prosperidad y el crecimiento compartidos. El Banco trabajará con sus asociados para allanar el camino hacia un desarrollo económico y social duradero en la región, desarrollo que constituye un bien público mundial en vista de las consecuencias internacionales del caos y la violencia continua.
Fortalecer la gestión de gobierno
En este ejercicio, el Banco intensificó el énfasis en la gestión de gobierno que comenzó a expresar tras la Primavera Árabe. En tal sentido, aprobó un préstamo de US$300 millones para el desarrollo urbano y la gestión de gobierno local y un proyecto de US$1 millón sobre responsabilidad social, ambos en Túnez.
Lograr mayor inclusión social y económica
Lograr una mayor inclusión social y económica en la región es una meta clave para garantizar la estabilidad y la paz. Por tal motivo, el Banco aprobó dos cuantiosos préstamos para Egipto: uno de US$500 millones destinado a construir viviendas en un plan inclusivo y otro de US$400 millones para fortalecer las redes de protección social. Por otro lado, en Marruecos se implementará una iniciativa valuada en US$100 millones con la que se mejorará la atención de la salud. Asimismo, en Yemen, un proyecto de obras públicas que requerirá mano de obra intensiva se centra en crear empleos temporarios para los sectores más vulnerables. Cabe mencionar asimismo el financiamiento de emergencia otorgado para respaldar las redes de protección social en Yemen, que ascendió a US$90 millones, y los US$5 millones en financiamiento adicional concedidos para las redes de protección social de Djibouti.
Crear empleos
El Banco prestó a Marruecos US$200 millones para mejorar la competitividad e impulsar el crecimiento, y otros US$100 millones con los que se busca que los graduados universitarios obtengan más y mejores empleos, para lo cual se alinearán las capacidades que adquieren durante su formación con las necesidades de los mercados. Asimismo, otorgó un préstamo de US$50 millones a Jordania para impulsar el crecimiento de las microempresas y las pymes, que conforman el segmento más numeroso del sector privado del país.
Acelerar el crecimiento sostenible
Para propiciar el crecimiento sostenible, el Banco concedió a Egipto un préstamo de US$500 millones, con el que se busca ampliar el acceso al suministro de gas natural de red, confiable y de bajo costo. En Líbano, mediante un proyecto de US$474 millones dirigido a mejorar el suministro de agua, se incrementará el volumen de agua disponible en las zonas del Gran Beirut y Monte Líbano. Por otro lado, en Marruecos, con un préstamo de US$400 millones para el Proyecto de Energía Solar Concentrada de Noor Ouarzazate, se incrementará la capacidad y la producción de electricidad de fuentes renovables y se exportará energía sostenible a Europa. Un préstamo de US$130 millones respaldará los esfuerzos del Gobierno de Marruecos por mejorar el desempeño económico, ambiental y social del sector de los residuos sólidos municipales, mientras que un proyecto de energía limpia y eficiente valuado en US$125 millones permitirá promover la participación del sector privado y la energía solar eficiente.
Más información: Página del Banco Mundial sobre la región de Oriente Medio y Norte de África (EN) »