El GBM cuenta con un modelo sistemático y basado en datos empíricos para proporcionar servicios financieros, analíticos y de asesoramiento a los países, en el que se hace hincapié tanto en la identificación de estos últimos con las iniciativas como en los resultados en términos de desarrollo. Este modelo de interacción se basa en varios mecanismos, que incluyen el marco de alianza con el país (MAP) y los diagnósticos sistemáticos de los países (DSP).
Los MAP orientan el apoyo que el GBM brinda a cada país durante un período de cuatro a seis años y permiten mantener, al mismo tiempo, la flexibilidad necesaria en un contexto en el que las circunstancias mundiales y nacionales cambian rápidamente. Constituyen una herramienta central para la Administración y el Directorio a la hora de examinar y orientar los programas del GBM en los países. El Banco, IFC y MIGA elaboran e implementan estos marcos en forma conjunta, para lo cual:
- tienen en cuenta los objetivos de desarrollo del país en cuestión;
- se basan en el DSP, preparado en estrecha consulta con las autoridades nacionales, el sector privado y otras partes interesadas (con estos diagnósticos se analiza una amplia gama de cuestiones y se busca identificar obstáculos para lograr la reducción de la pobreza e impulsar la prosperidad compartida de manera sostenible, y ofrecer oportunidades para lograr estos objetivos);
- consideran la ventaja comparativa del GBM, las lecciones aprendidas y las actividades de otros asociados;
- buscan la alineación con las metas del GBM y los compromisos del Banco derivados del aumento de capital de 2018 y la AIF‑20.
En el ejercicio de 2023, aplicamos en su totalidad la versión revisada de las orientaciones y los procedimientos para la interacción con los países. Esta guía tiene por objeto mejorar la orientación a los resultados integrando los efectos directos generales en los marcos de resultados y explicando la manera en que el programa del GBM contribuye a ellos. Se espera que los resultados de alto nivel se logren a lo largo de múltiples ciclos del MAP, en consonancia con los objetivos de desarrollo de los países. Tras el período de aplazamiento de actividades que tuvo lugar al inicio de la pandemia de COVID‑19 y que se eliminó gradualmente en el ejercicio de 2022, volvimos a elaborar productos de interacción con los países. En el ejercicio de 2023, elaboramos 11 DSP, 25 MAP, 14 exámenes del desempeño y el aprendizaje, y 2 notas sobre el trabajo con los países.
En julio de 2022, publicamos el Marco de Respuesta a las Crisis Mundiales, en el que se describía y orientaba la respuesta operativa del Banco a lo largo del período de 15 meses comprendido entre abril de 2022 y junio de 2023. De ese modo, nos propusimos abordar las crisis a corto plazo para mejorar las perspectivas de desarrollo sostenible, promoviendo al mismo tiempo la resiliencia a largo plazo con el fin de ayudar a prepararse para futuras conmociones. El marco se basa en cuatro pilares interconectados que combinan el apoyo a la respuesta a la crisis con objetivos a largo plazo.
- Pilar 1: Responder a la inseguridad alimentaria a través de medidas de respuesta inmediata para brindar apoyo urgente y evitar que se deterioren las perspectivas de desarrollo a largo plazo.
- Pilar 2: Proteger a las personas y preservar los empleos a fin de ayudar a mitigar el impacto de las crisis a mediano y largo plazo.
- Pilar 3: Fortalecer la resiliencia a fin de estar mejor preparados para las crisis y los desafíos futuros.
- Pilar 4: Fortalecer las políticas, las instituciones y las inversiones para lograr una reconstrucción mejor, aprovechando las oportunidades que ofrecen las crisis para lograr resultados de desarrollo más favorables a largo plazo.
Ofrecemos a los países un enfoque adaptado a sus necesidades de respuesta a las crisis. Nuestros servicios de análisis y asesoría a nivel mundial, regional y nacional son complementos fundamentales de nuestra cartera de financiamiento, puesto que ayudan a implementar políticas y operaciones de financiamiento basadas en evidencias a fin de maximizar el impacto en los países.
Entre abril de 2022 y junio de 2023, el Banco Mundial aprobó 529 operaciones individuales y regionales que abarcaron más de 110 países en los cuatro pilares del marco por un total de USD 104 900 millones, de los cuales USD 53 100 millones corresponden al BIRF y USD 51 800 millones a la AIF. Del monto total, USD 23 700 millones se comprometieron para países afectados por situaciones de FCV, y USD 2000 millones para pequeños Estados.