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En América Latina y el Caribe (ALC), cerca de 85 millones de personas viven con alguna discapacidad. Las mujeres con situación de discapacidad enfrentan barreras adicionales para su participación en la economía y la sociedad, en comparación con los hombres, con y sin discapacidad, y en relación con las mujeres sin discapacidad. Esto resulta en derechos de paternidad desiguales, discriminación en su vida privada y en el lugar de trabajo, oportunidades de empleo reducidas, menores ingresos, y alta exposición a la violencia de género.
La discapacidad se encuentra sistemáticamente invisibilizada en ALC, lo que impide que ocurra un verdadero cambio. Como una de las regiones de más rápido envejecimiento del mundo, la región de ALC solo verá crecer el número de personas con discapacidad, desafiando la sostenibilidad a largo plazo de la recuperación económica posterior a la pandemia. Tener una sociedad inclusiva que beneficie a todos debe pasar de ser un ideal a una realidad completa.
