Panorama General
Mientras los países de todo el mundo trabajan para contener la propagación y el impacto de la COVID-19, el Grupo Banco Mundial ha organizado la respuesta de mayor envergadura de su historia frente a una crisis para ayudar a los países en desarrollo a fortalecer su respuesta a la pandemia.
Ante la rápida propagación de la pandemia en los países en desarrollo, el Grupo Banco Mundial está trabajando arduamente para proporcionar apoyo a los países clientes. Desde abril de 2020 a marzo de 2021, el Grupo Banco Mundial comprometió la entrega de más de USD 200 000 millones, un nivel sin precedentes de apoyo financiero, a clientes de los sectores público y privado para combatir los impactos de la pandemia. Este apoyo se adapta en función de las crisis sanitarias, económicas y sociales que enfrentan los países.
El respaldo del Grupo Banco Mundial ayuda a los países en desarrollo a salvar vidas, detectar y prevenir el virus, y responder a la pandemia. El financiamiento permite abordar la emergencia sanitaria, fortalecer los sistemas de salud, proteger a los pobres y vulnerables, apoyar a las empresas, crear empleo y poner en marcha una recuperación verde, resiliente e inclusiva.
El Banco Mundial ha puesto a disposición USD 20 000 millones para ayudar a los países en desarrollo a financiar la compra y distribución de vacunas contra la COVID-19 (i). Además, el Banco se asoció con COVAX para poner en marcha un nuevo mecanismo de financiamiento que permitirá a COVAX realizar compras anticipadas —más allá de la cantidad de dosis subsidiada totalmente que los países están recibiendo de los donantes— para ayudar a acelerar el suministro de vacunas.
También se unió a la Unión Africana para proporcionar vacunas que se necesitan desesperadamente: el apoyo del Banco al Equipo de Adquisición de Vacunas para África (AVATT) permitirá a los países adquirir y distribuir vacunas para hasta 400 millones de personas.
IFC está proporcionando USD 4000 millones a través de su Plataforma Mundial para la Salud (i) con el fin de aumentar el suministro y la producción local de vacunas y equipos de protección personal en los países en desarrollo. Además, está apoyando la producción de vacunas contra la COVID-19 en países de ingreso bajo y mediano, especialmente en África. Se asoció con instituciones de financiamiento para el desarrollo de Francia, Alemania y Estados Unidos con el objeto de invertir EUR 600 millones en Aspen Pharmacare, una compañía farmacéutica de Sudáfrica que está desempeñando un papel importante en la producción de tratamientos terapéuticos y vacunas contra la COVID-19 en el continente africano.
Además del apoyo en curso a los sistemas de salud, las operaciones ponen énfasis en la protección social (especialmente mediante transferencias de efectivo), el alivio de la pobreza y el financiamiento basado en políticas. El Banco Mundial también trabaja para reestructurar, redistribuir y reasignar los recursos existentes en los proyectos que financia.
La respuesta del Grupo Banco Mundial a la crisis comprende tres etapas: el alivio, la reestructuración y la recuperación resiliente (PDF, en inglés). Se centra en cuatro áreas principales:
- Salvar vidas (i): brinda ayuda a los países para que detengan la transmisión, presten servicios de salud, garanticen el acceso de los hogares vulnerables a la atención médica, así como para prepararlos para futuras pandemias. Los países de ingreso bajo y mediano necesitan un acceso justo y equitativo a las vacunas, y el Grupo Banco Mundial ayuda a asegurar de que no queden rezagados. Se han aprobado programas de vacunación por un monto superior a USD 10 000 millones para más de 78 países.
El Banco, junto con la Organización Mundial de la Salud, ayudó a Yemen a instalar 37 unidades de aislamiento (i) y suministrar medicamentos y equipos médicos. También apoyó la formación y el despliegue de equipos de respuesta rápida para 84 distritos de alta prioridad, donde están ayudando a detectar la COVID-19 y a responder a la pandemia.
- Proteger a las personas pobres y vulnerables (i): entrega apoyo a los ingresos y al suministro de alimentos para los más vulnerables, así como al empleo para los hogares más pobres, las empresas informales y las microempresas. Contribuye a que comunidades y Gobiernos locales hagan frente a los efectos de la crisis, mejoren y amplíen los servicios y aumenten la capacidad de recuperación ante crisis futuras.
El Banco apoya los esfuerzos de Ecuador para abordar los desafíos de la pandemia a través de la creación de espacio fiscal adicional, el aumento de la flexibilidad laboral y la protección de los migrantes utilizando programas sociales focalizados. En la primera fase del programa de transferencias de emergencia se entregaron dos pagos mensuales de USD 60 a 400 000 hogares vulnerables (i) que no se beneficiaban ya de programas de asistencia social; otros 422 000 hogares recibieron un pago único de USD 120 en mayo y junio de 2020.
- Asegurar el desarrollo empresarial y la creación de empleo de manera sostenible (i): proporciona asesoramiento de políticas y asistencia financiera a las empresas e instituciones financieras, para ayudar a preservar los empleos y asegurar que las empresas, especialmente las pymes, puedan superar la crisis y volver a crecer.
En la República Centroafricana, da apoyo al principal programa de dinero por trabajo, que ha producido 10 millones de mascarillas (i) y ha generado oportunidades de subsistencia para alrededor de 18 000 personas y 300 empresas locales.
- Fortalecer las políticas, instituciones e inversiones (i): con el énfasis puesto en la gobernanza y las instituciones, contribuye a que los países se preparen para una recuperación resiliente. Mediante una estrecha colaboración con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ayuda a los países a administrar mejor la deuda pública, hacer reformas clave en la gestión financiera e identificar oportunidades de crecimiento ecológico y desarrollo con bajos niveles de emisiones de carbono a medida que sus economías se recuperan.
El Banco está ayudando a Bangladesh a expandir sus compras electrónicas (i) para todas las actividades de adquisiciones del Gobierno. Para responder a la pandemia y otras emergencias futuras, el financiamiento permitirá llevar a cabo modernizaciones clave, que incluyen las licitaciones públicas internacionales, la contratación directa, los acuerdos marco, la gestión y el pago de contratos de manera electrónica, el análisis de los datos sobre adquisiciones y el geoetiquetado.
Obtenga más información sobre las formas en que el Banco Mundial ayuda a los países de todo el mundo a enfrentar la pandemia de COVID-19: Asia oriental y el Pacífico (i), Europa y Asia central (i), América Latina y el Caribe, Oriente Medio y Norte de África (i), Asia meridional (i) y África subsahariana (i).
IFC moviliza USD 8000 millones en financiamiento rápido (i), con el objetivo de mantener a las empresas en funcionamiento, proteger los puestos de trabajo y ayudar al sector privado para que este contribuya a una recuperación inclusiva, sostenible y resiliente. Gran parte de estos fondos han ayudado a las microempresas y a las pymes, una de las principales fuentes de creación de empleo en los países en desarrollo, así como a las mujeres emprendedoras.
El Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA) puso en marcha un mecanismo por valor de USD 6500 millones para apoyar a los inversionistas y entidades de financiamiento del sector privado en la lucha contra la pandemia. El mecanismo redirige la capacidad de MIGA para la compra de equipos médicos que se necesitan con urgencia, la provisión de capital de trabajo para las pymes y el respaldo a las necesidades de financiamiento a corto plazo de los Gobiernos.
Última actualización: Ago 10, 2022