ARTÍCULO

América Latina: fuerte respaldo al sector social en 2011

Julio 01, 2011


WASHINGTON D.C., 1 de julio de 2011 –  Crear nuevas oportunidades económicas y puestos de trabajo, y proveer protección para millones de familias ante los efectos del alza de los alimentos y la recesión global, estuvieron al tope de la agenda del Banco Mundial en el 2011, dijo la institución en su informe crediticio de fin de año.

En total, el Grupo del Banco Mundial destinó US$14.700 millones en 2011 para respaldar la recuperación económica sustentable de la región; la mayoría de estos recursos se destinaron a programas sociales, administración pública y transporte limpio, entre otras áreas. México ($2.700 millones) y Brasil ($2.500 millones) fueron los mayores prestatarios en la región.

Las iniciativas del Banco fomentaron la creación de oportunidades para todos a través de programas que apuntan a incrementar la productividad, crear nuevos puestos de trabajo de alta calidad, y asistir a aquellos con mayores necesidades a través de transferencias condicionadas en efectivo, utilizadas por primera vez en la región.

Los servicios sociales para la prestación de cuidados de salud, educación y nutrición se convirtieron en la columna vertebral del respaldo del Banco para América Latina y el Caribe en 2011, dedicando más de US$3.000 millones a programas y asesoría. Descritas recientemente como imprescindibles para la reducción de la pobreza por el Grupo de Evaluación Independiente, las redes de seguridad social alcanzaron a 120 millones de personas en 18 países de ALC, convirtiéndose en el conjunto de programas sociales de mayor alcance y efectividad, dijo la experta del Banco Helena Ribe.

“Estos programas fueron capaces de evitar que las personas cayeran en la indigencia luego de la reciente crisis económica y del impacto del alza en el precio de los alimentos alrededor del mundo,” dijo Ribe, quien encabeza la división de protección social del Banco para América Latina y el Caribe.

Ribe también indicó que los programas de transferencia condicionada en efectivo muestran resultados positivos a la hora de reducir la desnutrición y el trabajo infantil y de mejorar la asistencia escolar “en al menos dos años” en mercados como México –donde ‘Oportunidades’ cubre a 5 millones de familias o 20 por ciento de la población del país. Otros programas TCE de gran porte como ‘Familias en Acción’ en Colombia y ‘Bolsa Familia’ en Brasil han logrado resultados tangibles para más de 15 millones de familias. La experta advirtió sin embargo que aún hay mucho por hacer en el campo de los servicios sociales: la ampliación de los sistemas de pensiones, el seguro de desempleo (virtualmente inexistente)  y capacitación para la búsqueda de empleos, entre otras áreas.

La administración pública y el transporte también recibieron buena parte del financiamiento, US$1.900 millones y US$1.100 millones, respectivamente. La transparencia en la administración pública es imprescindible para la agenda del desarrollo de la región; en caso de no contar con apoyo, el crecimiento económico y el bienestar de los ciudadanos podría verse en peligro, dijo el Vicepresidente de operaciones del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Joachim von Amsberg.

“Todo el tema de una mejor gobernabilidad, instituciones efectivas y responsables se ha tornado en una idea central para el pensamiento del desarrollo y también para la agenda expuesta por agencias como el Banco Mundial,” dijo von Amsberg, quien se encuentra en Buenos Aires asistiendo a una conferencia sobre rendición de cuentas.

El respaldo al sector privado durante 2011 también fue sustancial. La Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo para el sector privado del Banco, destinó una cifra récord de US$5.100 millones a proyectos en América Latina y el Caribe.

En todo el mundo, el respaldo del Grupo del Banco Mundial a los países en desarrollo alcanzó US$57.400 millones en 2011, por encima del nivel anterior a la crisis, mientras que los compromisos totales llegan a US$189.000 millones desde el advenimiento de la crisis en 2008.

América Latina y el Caribe experimentó uno de los períodos de crecimiento más fuertes en un siglo durante el período 2002-2010, gracias a sus buenas políticas macroeconómicas y al aumento en el precio de las materias primas. Como resultado, más de 50 millones de personas dejaron la pobreza atrás entre 2002 y 2010, y por primera vez se logró avanzar en la lucha contra la desigualdad que aún persiste. Se estima que el crecimiento económico alcance una tasa de 4 a 5 por ciento en 2011.

 


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