Los dueños del bosque
Los bosques en México están entre los de mayor biodiversidad en el mundo. Además de ser el hábitat para cientos de especies, son también una fuente de ingresos y de trabajo para las comunidades rurales que viven en ellos.
Una tercera parte del territorio de México está cubierto de bosques y el 70% de esas áreas son propiedad de ejidatarios, a través de una estructura propia de asambleas y consejos, y comunidades rurales o indígenas.
Pero la tasa de degradación de la selva todavía es alta, según estimaciones del gobierno, lo cual pone en peligro la flora y fauna y afecta la calidad de vida de los mexicanos que viven de sus recursos. Y aunque la tasa de deforestación se redujo en los últimos años, la superficie de bosques disminuyó de 69.2 millones de hectáreas en 1993 a 65.3 millones en 2007.
Las razones de este deterioro varían según la región, pero incluyen la agricultura, la industria maderera no sustentable, el sobrepastoreo, los incendios y las enfermedades.
En la Sierra Norte en Oaxaca los bosques son manejados independientemente por comunidades rurales y ejidos, bajo un sistema que toma en cuenta el medio ambiente, así como el desarrollo social y económico de las comunidades.
“Ganamos todos”
Los bosques de la Sierra Norte en Oaxaca fueron sobreexplotados durante décadas, principalmente por empresas papeleras que no contribuían al bienestar de las poblaciones rurales. El reto de manejo sustentable y restauración de los bosques era y sigue siendo importante.
La CONAFOR, a través del programa de desarrollo forestal comunitario y del programa de pago por servicios ambientales (cuidado de la biodiversidad y prevención de desastres naturales), ha trabajado con comunidades en Oaxaca y en todo México para fortalecer su organización y el manejo sustentable de los bosques.
“Con los proyectos de diversificación productiva de los bosques, en especial con el ecoturismo comunitario, ganamos todos. Se conservan los bosques y se generan empleos e ingresos directamente para la comunidad, pero también para otros prestadores de servicios, “ dice Netzar Arreortua, Comunero de Capulalpam de Méndez, Oaxaca, en un estudio de caso.
Con la nueva cooperación entre el Banco Mundial y la CONAFOR se asegurará que los programas en marcha continuarán siendo exitosos, yendo más allá de préstamos o proyectos puntuales hacia una solución integral de desarrollo adaptado a las necesidades del país. Además, habrá estudios, talleres y consultas relacionadas a temas relevantes para tomar decisiones informadas. El paquete combina varios instrumentos de financiamiento, así como asesorías para ver opciones de desarrollo y apoyo en el intercambio de conocimientos con otros países. Juntando estas herramientas, el objetivo es tener un impacto mucho más grande.
Con base en un manejo sustentable de los bosques, podrían ser explorados nuevos enfoques para fortalecer la capacidad de las comunidades para enfrentarse, adaptarse y resistir los riesgos e impactos del cambio climático.
Estas comunidades también podrán incorporarse al Programa de Reducción de Emisiones de Carbono causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques REDD +, una iniciativa de la comunidad internacional para dar incentivos financieros a los países para que reduzcan sus emisiones de carbono.