Junio de 2012.- El sol está a punto de salir en el departamento de Cochabamba ubicado a más de 2400 metros sobre el nivel del mar. Hector Ferrel, de 75 años de edad y miembro de un pequeño grupo de productores lecheros, comienza con confianza un nuevo día de trabajo.
“He ordeñado vacas desde que tengo uso de razón. Definitivamente quiero seguir haciendo esto hasta el día que muera”, dice el Sr. Ferrel con la serenidad de una persona que en el pasado ha tenido días muy difíciles.
En el año 2007, el Sr. Ferrel y los otros 29 productores de leche de la Asociación de Productores Agropecuarios de Punata llevaban una vida muy diferente a la de hoy. Sus mal alimentadas vacas apenas producían 1200 litros diarios de leche y eso representaba un ingreso de tan solo US$ 380 por día.
Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando los productores se enteraron de la existencia del Proyecto de Alianzas Rurales (PAR) impulsado por el Banco Mundial en Bolivia. El mismo busca alianzas de productores rurales con compradores para hacer sostenibles sus emprendimientos. Funciona de la siguiente manera:
- Ambas partes trabajan en la elaboración del plan de negocios.
- Los compradores determinan las especificaciones del producto y acuerdan los términos de compra. Sin embargo los compradores también aportan con asistencia técnica a los productores.
- La Asociación de productores solicita el financiamiento al PAR, en caso de ser aprobado los productores deben aportar el 30% de la inversión total.
- Cada grupo de productores que logra concretar la alianza recibe el financiamiento necesario para poder cumplir con los requerimientos técnicos del comprador, y también recibe asesoramiento institucional para mejorar su capacidad gerencial.
Dicho de otro modo, el proyecto pretende abrir el mercado a los productores rurales pobres y ayudarles a agregar valor a sus productos, mejorar sus ingresos, fomentar el comercio justo y desarrollar la economía de su comunidad en conjunto.