En Fuzhou, capital de la provincia de Fujian, en el sur de China, los signos del rápido avance de la urbanización se reconocen fácilmente: se está construyendo la primera línea de metro de la ciudad, se congestiona el tránsito durante las horas pico, y las personas se amontonan en los autobuses.
Hoy en día, más de 660 millones de habitantes viven en las ciudades de China, y 13 millones más inmigran a ellas cada año. Los expertos dicen que es fundamental construir sistemas inteligentes de transporte para responder a las crecientes necesidades de la población urbana que aumenta rápidamente.
Pero en la mayoría de las ciudades chinas, al igual que en otras partes del mundo en desarrollo, los planificadores y administradores urbanos tienden a planificar el transporte de una manera poco sistemática, que no ha sido muy eficaz. Aunque la intención es mejorar el tránsito, la sola construcción de pasos elevados y la ampliación de carreteras puede dar lugar a un aumento del tráfico y la congestión en el largo plazo, y los altos costos del sistema ferroviario de transporte masivo pueden limitar su extensión y cobertura.
Un programa del Banco Mundial intenta ayudarlos a adoptar un enfoque global e integrado sobre el transporte urbano.
El programa
“El transporte urbano es complejo, es algo más que tecnologías. Es necesario tener en cuenta una gran cantidad de variables: asequibilidad, cuestiones culturales y ambientales, política local, problemas energéticos y financiamiento. También es necesario considerar las necesidades de las mujeres, los ancianos y los niños”, dice O. P. Argawal, asesor de Transporte Urbano del Banco Mundial.
“Si me preguntan cuál es la cuestión clave de todo esto, creo que es la falta de liderazgo y la falta de valentía para comprender la complejidad de los temas, y de profesionales que puedan articular todo de una forma que pueda ser implementado”, señala José Luis Irigoyen, director de la Unidad de Transporte, Agua e Información de la institución.
Para llenar este vacío, el Banco Mundial, junto con asociados internacionales y nacionales en el desarrollo, puso en marcha el programa “Líderes en Planificación de Transporte Urbano”, con el objetivo de desarrollar una comprensión más integral sobre esta materia entre los responsables de las políticas y los planificadores en las ciudades y los gobiernos provinciales y nacionales.
En enero de este año tuvo lugar la primera actividad internacional del programa en Singapur, que reunió a más de 60 participantes de 13 países.
En junio, el Equipo de Transporte Urbano de China del Banco Mundial llevó el programa a ese país. El primer taller realizado en Fuzhou atrajo a más de 50 dirigentes de 12 ciudades.