Ver mujeres camino al trabajo en las calles de América Latina no es nada nuevo. De hecho, la participación de las mujeres en el mercado laboral se ha incrementado, particularmente en los últimos diez años. Este desarrollo tuvo como consecuencia importantes cambios sociales en la región y mejores condiciones económicas.
Sin este incremento de mujeres en puestos de trabajo, la pobreza extrema de la región en 2010 habría sido 30% más alta. Lo mismo se puede decir de los avances recientes de la región contra las desigualdades entre hombres y mujeres.
Según un nuevo informe del Banco Mundial, El efecto del poder económico de las mujeres en América Latina y el Caribe (i), presentado hoy en el Diálogo Inter-Americano en Washington, la reducción de la pobreza en la región puede deberse a que se incorporaron a la fuerza laboral más mujeres de bajos ingresos que de ingreso alto.
Un alivio ante los vaivenes de la economía
Especialmente durante 2009, el hecho de que las mujeres participaran en el mercado laboral ayudó a reducir el impacto de la crisis. Los hogares que dependían únicamente del ingreso del hombre eran más vulnerables que aquellos donde tanto el hombre como la mujer estaban trabajando.
“Muchos hombres perdieron sus empleos durante la crisis, y fueron más dependiente de los ingresos laborales de sus mujeres para impulsar la reducción de la pobreza,” dijo Louise Cord, Gerente de la Unidad de Pobreza, Género y Equidad del Banco Mundial.
Pero las madres solteras y trabajadoras son las que corren riesgo más alto de caer en la pobreza. Las familias urbanas donde solamente la mujer trabaja tienen 30% más de probabilidades de caer en pobreza extrema que aquellas en las que un hombre encabeza el hogar.
El incremento en la participación de las mujeres en el mercado laboral parece responder a tasas de escolaridad más altas y una brecha educativa entre los géneros que tiende a cerrarse cada vez más en América Latina y el Caribe.
Hoy, de hecho, la brecha ha sido revertida en muchos países en América Latina, con más mujeres que hombres inscritas en los centros educativos.