Cantidad de mujeres que reciben atención prenatal, porcentaje de reducción de la mortalidad infantil, kilómetros de carreteras construidos o mejorados, nivel de escolaridad. Números, datos, cifras, elementos medibles. Tanto las autoridades de los gobiernos, como los parlamentarios, los representantes del sector privado y la sociedad civil están demandando programas que ayuden a obtener resultados sostenibles.
En enero de este año, el Banco Mundial, en respuesta a requerimientos de países que buscaban soluciones innovadoras a desafíos del desarrollo, aprobó una nueva herramienta de financiamiento llamada Programa por Resultados (PforR por sus siglas en inglés). Este instrumento de préstamo apoya programas de inversión de los países y vincula los desembolsos de fondos directamente con la obtención de resultados definidos.
Hasta ahora, solo cuatro países están aplicando esta herramienta: Marruecos, Nepal, Tanzania y Vietnam. En América Latina, Uruguay se ha convertido en el primer país en utilizarla para mejorar sus resultados en infraestructura vial.
"No se está apoyando aquí un 'proyecto del Banco', con unos pocos tramos de carretera rehabilitados aquí y allá. Por el contrario, se apoya la rehabilitación de caminos de Uruguay, como un todo", afirmó Gregoire Gauthier, gerente del programa de rehabilitación y mantenimiento vial de Uruguay.
Bajo este programa se prevé rehabilitar en tres años unos 500 km de carreteras, puentes, sistemas de drenaje, y mejorar la señalización de los casi 9.000 km de rutas nacionales.
Gauthier definió esta herramienta como "un cambio y una evolución completos en términos de enfoque. Además, las actividades que se apoyan son parte del financiamiento general para un programa más amplio de un país en desarrollo".
Utilizando los sistemas y procesos nacionales de implementación, este instrumento se destina en forma más categórica al desarrollo institucional, y el desempeño más eficiente de los programas apoyados. La nueva herramienta brinda además la oportunidad de mejorar la coordinación entre todos esos actores, instituciones nacionales e internacionales, que participan en programas nacionales.
Se esperan resultados en la gestión del sector vial como un todo, por ejemplo mejorando la capacidad de planificación, la seguridad vial, y la comunicación con la sociedad civil en relación con el desempeño y los resultados del Programa.