Por una pequeña sala, al fondo del Hospital Julio Perrando, pasan por día aproximadamente 35 chicos que tienen riesgo de sufrir algún problema cardíaco. Allí los espera un grupo de dos pediatras y dos cardiólogos, entre ellos la médica Natalia Franchi, quien está a cargo del Centro de Referencia de la provincia de Chaco.
Esta escena se ha vuelto cotidiana desde abril del 2010, cuando el Ministerio de Salud de la Nación profundizó el tratamiento de cardiopatías congénitas al incorporarlo al Plan Nacer, la cobertura pública de salud para madres y niños hasta 6 años, que cuenta con apoyo del Banco Mundial.
Desde entonces, se ha aumentado el número de intervenciones que se realizan en el sector público, en gran parte gracias a la puesta en marcha de una red integrada por 39 hospitales de referencia, como el Perrando, y 17 centros tratantes, donde se realizan gratuitamente las cirugías.
“Gracias al Plan Nacer, se brindó una oportunidad igualitaria a todo niño, sin importar la edad ni la cobertura”, opina Franchi, quien ya derivó a casi 200 chicos para ser operados a causa de sus cardiopatías.
Se estima que en Argentina nacen anualmente más de 4.000 chicos con alguna cardiopatía congénita y dos terceras partes de los casos son solucionables con oportuno diagnóstico y tratamiento quirúrgico.