Protección social en México: Enormes oportunidades y un nuevo gran desafío por delante

México ha realizado importantes reformas en las últimas dos décadas que permitieron crear y consolidar programas de protección social que benefician a gran parte de la población.

El programa de transferencias condicionadas de efectivo Oportunidades, uno de los primeros de la región, tiene como objetivo evitar que la pobreza se transmita de una generación a otra. Se otorga dinero en efectivo a determinadas familias pobres con la condición de que sus hijos asistan a la escuela y a controles médicos regulares.

Este ha beneficiado a cerca de 5,7 millones de familias hasta el momento. Gracias al programa Oportunidades y de apoyo alimentario, unos 1,7 millones de personas pudieron escapar de la extrema pobreza, de las cuales 1,2 millones viven en zonas rurales, según las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) correspondientes a 2010.

Oportunidades contempla un modelo muy reconocido entre este tipo de programas, y muchos países están interesados ​​en saber cómo funciona.

Aproximadamente 51,8 millones de personas están cubiertas por Seguro Popular, el seguro de salud pública que incluye a los trabajadores informales de México. Es un programa más nuevo que Oportunidades y uno de los más grandes de su tipo en el mundo. Con Seguro Popular los propios pacientes gastaron un 25% menos en servicios de salud y los casos de personas que cayeron en la pobreza por tener que pagar un tratamiento sanitario importante se redujeron en 15%.

Existen además muchos programas de protección social de menor tamaño que aumentaron la calidad de vida de los mexicanos, aunque todavía se puede mejorar, según análisis del Banco Mundial. Las brechas de cobertura afectan a las personas mayores y los jóvenes, pero también a quienes enfrentan crisis en sus familias o  comunidades, tales como desempleo o pérdidas después de un desastre natural.

De acuerdo a estudios  del Banco Mundial, se ha avanzado mucho en la mejora de la eficiencia de estos programas, pero aún queda tarea por hacer para perfeccionar los servicios para los más necesitados.

Oportunidades: Más eficiencia y coordinación

México debe avanzar hacia un sistema ajustado, eficiente y coordinado que aborde los problemas de los más necesitados. No puede depender solo de programas individuales que funcionen por separado, ya que esto crea ineficiencias y brechas de cobertura.

En 2011, los costos de administración y seguro representaban aproximadamente el 10,8% del gasto total de salud, la tasa más alta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que cuenta con 34 Estados miembros.

Los servicios aún varían: por ejemplo, los beneficiarios del programa de protección del ingreso de los adultos mayores denominado “70 y Más” pueden recibir 500 pesos al mes, mientras que los que tienen jubilación (Régimen de Jubilaciones y Pensiones) pueden percibir 17.500 pesos mensuales.

Los servicios de empleo también presentan todavía deficiencias en la cobertura. Por ejemplo, solo un 37% de los trabajadores mexicanos aportó al sistema de pensiones en 2010, por debajo del promedio regional. Y es notable la falta de un sistema de seguro de desempleo.

Un análisis del Banco Mundial señala que se necesitan nuevas reformas para llenar estos vacíos de cobertura y continuar con el fortalecimiento y la coordinación de estos programas que ya han beneficiado a muchas personas.

Estos cambios podrían incluir un registro único de beneficiarios de todos los programas, que permita vincular los diferentes sistemas de salud del país, coordinar mejor los distintos programas y crear nuevos programas para atender las necesidades de poblaciones que actualmente no tienen cobertura.

El Banco Mundial está dispuesto a respaldar al Gobierno de México para hacer frente a estos desafíos con una amplia serie de servicios, incluidos conocimientos, capacidad de convocatoria y servicios financieros, todos adaptados a las necesidades y al contexto del país.