Son casi las dos de la tarde y el sol del verano austral hace sentir su fuerza durante la siesta paraguaya, una pausa necesaria para huir de temperaturas de hasta 40 grados y muy justa para quienes comienzan en la madrugada su jornada en el interior del país.
Pero este merecido descanso no será una opción para Julian Marecos y otros cuatro pobladores de Posta Ybyraró J.Augusto Salvídar, una pequeña comunidad del cono urbano del departamento central del país a medio camino entre el campo y la ciudad.
Marecos es presidente de la Junta de Saneamiento Posta Ybyraró, una de las 2.500 asociaciones comunales que funcionan en todo el país y que brindan acceso a agua potable, y en algunos casos también saneamiento, abasteciendo a zonas rurales y a pequeñas comunidades de las periferias urbanas. Marecos ejerce la presidencia de la junta de manera voluntaria, así como los otros cuatro integrantes de la directiva que se reúnen periódicamente para supervisar el funcionamiento del servicio.
"Nuestra Junta fue fundada en el año 1993 y actualmente abastecemos a más de 3.800 usuarios, todos vecinos de la zona, así como a la escuela, al puesto de salud y a la iglesia", explica.
Como poblador 'hijo de la zona', Marecos todavía recuerda las dificultades que suponía la falta de acceso a agua potable.
"Las familias tradicionalmente se proveían de agua a través de los pozos de sus casas, pero muchas veces, sobre todo en época de mucho calor, los pozos de secan y dejan de proveer. Gracias a la Junta, hoy ya no tenemos esas dificultades y contamos con agua potabilizada lo que redunda también en menos enfermedades", agrega.
Las Juntas son organizaciones sin fines de lucro que fueron creadas con la finalidad de administrar servicios de agua potable bajo la dirección de los mismos usuarios quienes eligen cada año en asamblea general a sus miembros y representantes, todos de carácter voluntario. Esta Asamblea contrata un equipo de personal administrativo que gestiona el servicio.