Las décadas de los ochenta y noventa no fueron fáciles para Centroamérica. Pero el nuevo milenio trajo consigo nuevos horizontes liderados por la actividad comercial, especialmente a lo interno de la región.
Centroamérica es un mercado pequeño: con casi 43 millones de habitantes (0.6% de la población mundial), solo genera el 0.25% del PIB mundial. Sin embargo, en la última década los países centroamericanos han sido los que más se han abierto al comercio en comparación a otros con el mismo nivel de ingreso.
Históricamente, Estados Unidos ha sido el principal receptor de los productos agrícolas, textiles y manufacturados procedentes de Centroamérica, con un 32% de las exportaciones. Este posicionamiento se fortaleció tras la firma en 2004 del tratado de libre comercio CAFTA-RD, y se ampliará una vez entre en vigencia el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, el tercer mercado más importante para la región con un 9% de las exportaciones.
Pero uno de los mercados más importante de Centroamérica es la región misma. El Mercado Común Centroamericano constituye el segundo socio comercial para la mayoría de los países de la región, al participar con 26.2% de las exportaciones, a pesar de los cuellos de botella logísticos y la problemática del transporte terrestre. La fortaleza de esta integración regional se ha traducido en que Centroamérica ocupa el cuarto lugar entre bloques comerciales, por encima de Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en cuanto a la participación de las exportaciones intrarregionales.
Según la Secretaria de Integración Económica Centroamericana (SIECA), pese a que la balanza comercial sigue siendo deficitaria, las ventas al exterior, en conjunto, han crecido más de un 11% en la última década, incluso tomando en cuenta el traspiés 2008-2009 por la crisis que afectó especialmente al mercado estadounidense. Pero la recuperación fue inmediata y en 2011 las exportaciones crecieron en promedio un 16% en comparación al 2009.
Un análisis del Banco Mundial (i) afirma que Centroamérica parece tener una apertura al comercio cercana a lo que se espera dado su desarrollo económico, pero advierte que siguen siendo las importaciones la principal fuente del intercambio con otros países.
“En este contexto, analizar la competitividad del sector exportador es importante para entender mejor su desempeño y restricciones, y sugerir opciones que apunten a asegurar el comercio internacional como motor de crecimiento económico y que los beneficios del comercio se traduzcan en mayor bienestar para los centroamericanos, especialmente aquellos que viven en pobreza”, señala el informe “Liberando el potencial exportador de Centroamérica (i)”.
Esto se hace más relevante en la medida que hay otros mercados para explotar como Sudamérica, México y, de forma destacada, los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China), convertidos ahora en motor de crecimiento de la economía mundial.
En este sentido, el estudio recomienda que se establezcan políticas que aseguren “reglas estables y preferenciales de acceso al mercado mediante acuerdos comerciales profundos con socios clave que ayuden a la diversificación de las exportaciones”.