En Oaxaca, uno de los estados más pobres de México, solo 12 de cada 100 estudiantes obtienen un título y muchos de esos títulos no son en las profesiones que más se necesitan.
¿Por qué pasa eso? Por un lado, muy pocos estudiantes logran terminar la escuela secundaria. De hecho, solo el 18% de los jóvenes oaxaqueños accede a la educación superior. Eso es casi la mitad de la tasa nacional.
Por otro lado, es también cierto que no hay muchas universidades en Oaxaca: en 2011, tenía uno de los índices más bajos de instituciones de educación superior en relación a su población, según el informe “Educación superior y desarrollo en Oaxaca”, publicado recientemente.
Sin embargo, el bajo número de estudiantes de la universidad no está relacionado con la falta de recursos para la educación superior. De hecho, Oaxaca recibe la misma cantidad de dinero por alumno que el resto del país.
Profesionales calificados: esencial para la innovación
Lo que estudian los jóvenes también es importante. Según este nuevo informe, muchos de los estudiantes en Oaxaca optan entre una selección muy pequeña de carreras.
Alrededor del 70% de los estudiantes se concentran en solamente 7 áreas profesionales. El más popular es el de maestros de educación primaria, al que optan el 20% de los alumnos de educación superior.
Esta carrera está creciendo: el número de nuevos estudiantes aumentó un 75% en solo cinco años. Sin embargo, hay pocos profesionistas calificados para usar y adaptar la tecnología – lo cuál es esencial para el mercado laboral y para la economía oaxaqueña.
“La disponibilidad de recursos altamente calificados es fundamental para el desarrollo de la innovación y el aumento de la productividad, así como para la internacionalización de los avances tecnológicos desarrollados en otras regiones y países”, según el estudio.