ARTÍCULO

Quinua: el "superalimento" que mejora la vida de los productores del altiplano

Febrero 19, 2013


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2013: Año Internacional de la Quinua

Papá y su familia productora de Quinua en la Feria de Productores del Proyecto de Alianzas Rurales 2012 en Tiwanaku, La Paz.

Julio César Casma / Banco Mundial

TITULARES
  • El Banco Mundial se suma a las celebraciones del Año Internacional de la Quinua.
  • A través del proyecto de Alianzas Rurales, apoya la producción sustentable del cereal, así como otros cultivos en Bolivia.
  • Desde 2005, unas 3.800 familias pobres bolivianas se han beneficiado con esta iniciativa.

Cuenta una leyenda inca que un zorro volvía del cielo con la barriga llena y los loros, envidiosos, picotearon la cuerda por la que bajaba provocando que cayera sobre los picos de la Cordillera de los Andes. Del estallido de su cuerpo se desparramó la quinua, que había robado a los dioses celestiales, por todo el altiplano.

3500 años más tarde, la quinua, en efecto, aumenta cada día su reputación de comida de los dioses, gracias a su altísimo valor nutricional y a la posibilidad de mejorar la seguridad alimentaria y, al mismo tiempo, respetar el medio ambiente.

El creciente rol de la quinua en los fogones del mundo hizo que Naciones Unidas, en colaboración con Perú y Bolivia (los principales productores del grano), declarasen este 20 de febrero el comienzo oficial del Año Internacional de la Quinua, una decisión que busca promover los poderes nutricionales del llamado Grano de Oro.

El Banco Mundial se une a esta campaña este 22 de febrero con todo un día dedicado a eventos de diseminación, con la participación de autoridades de Bolivia, como la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, y el viceministro de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Pablo Guzmán.

Una alternativa alimentaria

El Proyecto de Innovación y Servicios Agropecuarios (PISA) y otros respaldados por el Banco Mundial, promueven cultivos sustentables y métodos de producción que incluyen el desarrollo de nuevas variedades de semillas que permitan cultivar la quinua  en áreas diferentes al altiplano.

“Al acercar a los pequeños cultivadores de quinua en Bolivia  a otros cultivadores y a mercados nacionales e internacionales, el Banco Mundial está respondiendo a una de las prioridades del gobierno boliviano: aliviar la pobreza rural. Al mismo tiempo, fomentamos esfuerzos para asegurar la producción sustentable de la quinua”, dijo Hasan Tuluy, Vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Llamado el “trigo de los incas”, este ancestral alimento andino –se cree que ya había cultivos 1.500 años antes de Cristo-, tiene cada vez mayor presencia en la gastronomía de la Bolivia y el Perú de hoy.

Galería de fotos: Recetas con quinua

El cereal, además, ya es reconocido internacionalmente por su gran valor nutritivo: según la FAO es el único alimento vegetal que posee todos los aminoácidos esenciales, vitaminas, oligoelementos  y además no contiene gluten.

“Frente a la necesidad global de identificar cultivos que tengan el potencial de producir alimentos de calidad en un contexto de cambio climático en progreso, la quinua es una alternativa para que aquellos países que sufren de inseguridad alimentaria tengan la oportunidad de producir sus propios alimentos”, asegura un reciente estudio de la agencia de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).

Sin bien hasta la fecha la quinua,  también conocida como quinoa o kinwa, se cultiva principalmente en el altiplano, es una planta altamente adaptable: soporta temperaturas desde 8 grados bajo cero hasta 38 grados; se puede sembrar hasta los 4.000 metros de altura y es resistente a la falta de humedad del suelo ya que naturalmente hace uso eficiente del agua

Esta valiosa herencia andina busca ahora promoverse a nivel mundial con dos objetivos clave: combatir la desnutrición y a la vez impulsar el progreso de las históricamente empobrecidas comunidades altiplánicas.


Apoyo a las alianzas rurales

Desde 2005, el PAR (Proyecto de Alianzas Rurales) ha apoyado y financiado más de 780 alianzas rurales entre pequeños productores y compradores internos y externos en Bolivia, en sectores que van desde el cultivo de frutas y hortalizas hasta la producción de miel y artesanías y por supuesto la producción y comercialización de la quinua.

“Los más de 1.500 productores con apoyo del PAR, han incrementado sus ingresos anuales en Bs. 12.978 en promedio por familia (cerca de US$2.000.-), por las mejoras de sus sistemas de producción, la habilitación de áreas en descanso y el incremento de sus  rendimientos en 14%”, afirmó Johnny Delgadillo, coordinador del PAR en Bolivia.

“Las organizaciones de productores han implementado sus planes de negocios mediante alianzas con agentes de mercado. Estos agentes destinan la comercialización de quinua en un 83% a mercados internacionales y un 17% para consumo nacional. Las ventas han subido 38%", añadió Delgadillo.

El proyecto se focaliza en ayudar a los productores rurales a mejorar su acceso a los mercados a través de un mecanismo competitivo basado en reglas claras,  sencillas y principios, pero siempre teniendo en cuenta la combinación única de agroecosistemas y  las instituciones y tradiciones culturales de  los cultivos.

En Bolivia existen 98 alianzas rurales, de las cuales 53 ya caminan solas y 45 aún reciben asesoramiento del Banco Mundial. Son unas 3.800 familias que se han visto beneficiadas con este proyecto que pretende abrir el mercado a los productores rurales pobres y ayudarles a agregar valor a sus productos, mejorar sus ingresos, fomentar el comercio justo y desarrollar la economía de su comunidad en conjunto.



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