Cuando cinco países deciden intercambiar experiencias y conocimientos para mejorar la vida de las personas con discapacidad, palabras como disabilities, handicapées o discapacidades adquieren el mismo significado y la diferencia de idiomas no representa ningún obstáculo
19 delegados de El Salvador, Haití, Jamaica y Perú se reunieron recientemente en Quito para hablar del tema y compartir la experiencia de Ecuador, específicamente del programa Manuela Espejo.
Según el Informe Mundial sobre la Discapacidad, hay más de mil millones de personas en el mundo que viven con algún tipo de discapacidad.
Durante tres días, se presentaron diversos ejemplos como el Sistema de Georeferenciación, una herramienta que permite ubicar geográficamente a cada una de las personas con discapacidad registradas en el sistema.
Alex Camacho, Secretario General de la Vicepresidencia de Ecuador, resaltó la importancia que se ha dado al intercambio permanente de experiencias del Programa Manuela Espejo en más de ocho países y cómo el Banco Mundial se ha convertido en un socio estratégico en el logro de ese objetivo.
Las delegaciones tuvieron oportunidad de conversar con los gerentes de los proyectos, así como visitar a los beneficiarios y conocer de primera mano cómo da atención y servicios a personas discapacitadas y en mala situación económica.
“La experiencia ecuatoriana se ha convertido en un referente a nivel regional y mundial sobre el diseño e implementación de políticas públicas para la inclusión de las personas con discapacidad”, dijo María Dolores Arribas Baños, representante residente del Banco Mundial en Ecuador.