ARTÍCULO

Derrumbar barreras a la educación de las niñas en Yemen

Abril 15, 2013



TITULARES
  • Niñas de zonas rurales de Yemen enfrentan obstáculos culturales y financieros para ir a la escuela, entre ellos la escasez de maestras.
  • Gobierno ha contratado y capacitado a más de 1.000 docentes para que trabajen en áreas rurales.
  • Transferencias condicionadas de efectivo, que benefician a más de 39.000 alumnas, alientan a los padres a permitir que las niñas asistan a la escuela.

15 de abril de 2013. Al igual que muchas niñas de zonas rurales de Yemen, Raysa Al-Kholani fue obligada a casarse temprano —en séptimo grado— lo cual dificultó que continuara sus estudios. Su familia política insistió en que se quedara en casa y cuidara de la familia que incluía nueve hijos, pero ella tenía otras ideas: pidió respaldo a su marido para regresar a la escuela.

“Tenía que llevar a mis hijos conmigo a la escuela todos los días caminando casi 8 kilómetros”, recordó Raysa. “Muchas niñas de mi comunidad dejaron de ser mis amigas porque estaba estudiando con varones”.

Raysa fue perseverante, llegando finalmente a trabajar como maestra voluntaria después de haber completado sus estudios. “Cuando volví a la escuela, solo había 10 niñas, pero dos años después la cifra aumentó a 95. Mi papel ahora no es solo la enseñanza sino también la defensa de la educación de las niñas”.

Hoy en día, Raysa da esperanza a las niñas yemeníes como parte de un grupo pionero de maestros capacitados por el Gobierno para trabajar en zonas rurales, donde la falta de maestras contribuye a la baja tasa de matriculación y permanencia de alumnas en las escuelas. Ella es una de las muchas que se beneficiaron de un proyecto de educación básica (i) de ocho años, respaldado por el Banco Mundial, que finalizó en diciembre de 2012.

En el marco de un proyecto de seguimiento, (i) aprobado en febrero de 2013, Yemen sigue mejorando el registro de niñas y la calidad del aprendizaje. Además sigue avanzando hacia los objetivos de desarrollo del milenio para 2015 en materia de educación, a través de la contratación y formación de maestras rurales. Adicionalmente, el país ofrece transferencias condicionadas de efectivo a las familias de comunidades desfavorecidas, donde la matrícula entre las niñas y su permanencia en la escuela es significativamente inferior a la media nacional.

Capacitación y contratación de maestras

La brecha de género entre los docentes de Yemen es amplia y disuade la asistencia de las niñas a la escuela, dado que los miembros masculinos de la familia, de mentalidad conservadora, no permitirán que un hombre enseñe a sus hijas, hermanas o sobrinas.

En 2010-11, solo el 28% de los maestros de las escuelas públicas primarias y secundarias eran mujeres. El Ministerio de Educación estima que se necesitan 4.500 maestras para remediar la grave escasez de personal docente femenino en zonas rurales.

Para abordar esta disparidad, en 2007 el Gobierno de Yemen, con financiamiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo del Banco Mundial para los países más pobres, puso en marcha un plan de contratación de maestras rurales y desde entonces ha capacitado a 550 docentes, de las cuales 525 han obtenido sus certificados. En el marco de un proyecto adicional, financiado por la Alianza Mundial para la Educación, (i) 490 profesoras han completado el programa de capacitación.

Tomomi Miyajima, especialista en Educación del Banco Mundial para Oriente Medio y Norte de África, dijo que en las escuelas que participan en los programas de capacitación han aumentado las tasas de matrícula y permanencia de niñas, y las maestras manifiestan que están contentas con su empleo.

“El proyecto de maestras rurales pudo trabajar con los Ministerios de Finanzas, Educación y Servicio Civil, las autoridades locales y los consejos de padres, en la identificación, contratación y capacitación de maestras, y además se aseguró de que estas se convirtieran en funcionarias públicas después de la formación”, explicó Miyajima. “Esto garantizó que las maestras pudieran permanecer en su puesto de trabajo en zonas rurales, donde son más necesarias”.

Los padres, administradores y docentes que han participado en el programa también dicen que han observado una mejora en la calidad de la enseñanza.

“Sin lugar a dudas, la capacitación marca una diferencia, ya que aumenta la capacidad de las maestras en cuanto al desempeño y la planificación”, señaló una docente que se encuentra participando en el programa de formación. “Hay grandes diferencias entre las maestras que han recibido y las que no han recibido capacitación. Las maestras capacitadas pueden entregar claramente la información a las estudiantes”.

Transferencias de efectivo como incentivo

Si bien la matrícula y las tasas de finalización escolar primaria entre las niñas de Yemen han aumentado considerablemente en la última década, la disparidad de género sigue siendo grave. Mientras dichos índices de finalización entre las niñas se incrementaban del 33% en 1999-2000 al 53% en 2010-11, los de los varones se han mantenido al menos un 20% más altos, en un constante 73-77% desde 1999-2000 hasta el presente. La diferencia es aún más pronunciada en las zonas rurales, y se agrava para las niñas en el nivel de enseñanza secundaria.

Un programa de transferencias condicionadas de efectivo (CCT, por sus siglas en inglés), destinado a ayudar a las niñas de cuarto a noveno grado de comunidades desfavorecidas de determinadas provincias, ha logrado eficazmente alentar a los padres para que permitan a sus hijas asistir a la escuela. Desde 2004 a 2012, en el marco del primer proyecto de educación básica, más de 275 escuelas yemeníes proporcionaron transferencias a familias elegibles, que finalmente beneficiaron a más de 39.000 alumnas en el periodo escolar 2010-11.

Para poder recibir los pagos las estudiantes deben tener un 80% de asistencia como mínimo y notas suficientes para aprobar la clase, pudiendo repetir el grado una sola vez. Además, para fomentar un mejor aprendizaje, se otorga una gratificación por logro a las estudiantes que obtienen un promedio del 65% o más en el examen final de sexto y noveno grado.

Las niñas que cursan de cuarto a sexto grado son elegibles para recibir una transferencia equivalente a US$35, y las de séptimo a noveno grado reciben US$40 (hasta un máximo de US$120 por familia). Los equipos a cargo de las operaciones del Banco han informado que estos incentivos, junto con las actividades de sensibilización, han ayudado a cambiar la percepción de los padres en cuanto a la educación de sus hijas.

“Yemen se ha beneficiado de transferencias condicionadas de efectivo al aumentar la matrícula de las niñas de las zonas más desfavorecidas, donde el sistema educativo las ha mantenido en las aulas”, dijo el Dr. Abdulrazzak Al-Ashwal, ministro de Educación de Yemen. “Ellas continúan sus estudios y son promovidas a grados superiores. Además, las CCT han ayudado a disminuir la deserción y alentar a las familias a enviar a sus hijas a la escuela”.

“Hemos visto un cambio en los patrones culturales que mantuvieron a las niñas fuera de la escuela, y hemos aliviado la carga financiera de los padres”, agregó Miyajima. “Hay más niñas en la escuela en zonas alejadas, y es más probable que continúen en ella”.

Próximos pasos

En el marco del segundo proyecto de desarrollo de la educación básica de Yemen, aprobado en febrero en virtud de una donación de US$66 millones de la AIF, el Gobierno contratará, capacitará y ubicará a 700 maestras más en zonas rurales y seguirá con su programa de transferencias condicionadas de efectivo para la educación de las niñas, con el fin de extender el servicio a otras 25.000 estudiantes. El nuevo proyecto también se centrará en la calidad de la educación, mediante la mejora de habilidades de lectura de las alumnas de primer a tercer grado.

Yemen ha solicitado además una donación a la Alianza Mundial para la Educación, (i) que respaldaría un mejor y más equitativo acceso de las niñas a la educación y otras actividades de reforma educativa programadas para el periodo 2012-15.

El Dr. Al-Ashwal analizará el avance de su país hacia la mejora del acceso y de la calidad de la educación el 18 de abril de 2013 durante una mesa redonda de ministros sobre la iniciativa Aprendizaje para Todos, (i) que se realizará con ocasión de las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la ciudad de Washington.

 


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