En Argentina, 490 vidas se salvaron en los últimos dos años gracias a la implementación de políticas de seguridad vial, a cargo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Creada en 2008, la Agencia fue ahora reconocida a nivel mundial con el Premio en Seguridad Vial del Príncipe Michael por su destacado trabajo.
El Ministro del Interior y de Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, recibió el premio de manos del Director del Departamento de Prevención de Violencia y Lesiones de la Organización Mundial de la Salud, Etienne Krug, quien asistió al evento en representación del Príncipe Michael. La ceremonia se realizó en el III Encuentro de Seguridad Vial para Latinoamérica y el Caribe que tuvo lugar en Buenos Aires entre el 8 y el 10 de mayo.
"Estoy encantado de ver el progreso que han hecho en Argentina. El liderazgo mostrado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y el gran apoyo que han recibido del Banco Mundial verdaderamente está teniendo efecto con el entendimiento del público general de la necesidad de carreteras más seguras, mejor conducción y más controles", dijo el Príncipe Michael en un mensaje grabado.
En 2008, el país se enfrentaba a un grave problema: alrededor de 5.700 personas morían y más de 95.000 resultaban heridas cada año por accidentes de tránsito. El Banco Mundial estimó que en el caso de no hacer nada en 2020 la tasa de mortalidad de Argentina sería por lo menos 10 veces más alta que la de los países con buenas prácticas de Europa.
La seguridad vial se convirtió entonces en una prioridad clave para la agenda pública del país y se creó la ANSV con la misión de reducir la tasa de muertes en rutas a través de la promoción, coordinación, control y monitoreo de las políticas de seguridad vial.
La ANSV trabajó con el Banco Mundial para lanzar el Proyecto de Seguridad Vial, que apoyó a la Agencia en el diseño e implementación de intervenciones clave, como la creación de la licencia nacional de conducir y de sistemas de monitoreo y evaluación, como el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
También se desarrollaron campañas de educación y comunicación en colaboración con organizaciones sociales. Además se han mejorado los servicios de emergencia, incluyendo protocolos, planes de acción y nuevos equipos.
"Uno de los aspectos más gratificantes del proyecto fue la estrecha colaboración con las organizaciones de la sociedad civil y las asociaciones de víctimas, e incrementar la conciencia de que todos compartimos la responsabilidad de cambiar las conductas para mejorar la seguridad vial, tanto los gobiernos como la sociedad civil, el sector privado y los ciudadanos", opinaron Verónica Raffo y Luis Pérez, cogerentes del proyecto.
Desde el 2008, las muertes de tráfico se han reducido de 15,4 a 13,6 por cada 100.000 habitantes. Por otra parte, se logró una disminución del 15% en la velocidad media de conducción, el 50% de disminución en las tasas de conducir ebrio, el 43% de aumento en el uso del cinturón de seguridad, el 19,5% de aumento en el uso de los cascos, y una disminución del 50% de los accidentes mortales de tráfico en determinados corredores de demostración.