Yordi Castellanos es un niño de unos 12 años que vive en Puerto Cortés, una pequeña península en el norte de Honduras, de cara al mar Caribe. Allí, en la colonia de San Ramón, Yordi está de celebración tras la inauguración de un polideportivo que cambiará la vida de sus pobladores, en especial de jóvenes y niños.
“Estaba desesperado porque lo terminaran y me siento feliz porque mi deporte favorito es el fútbol, ya no tendremos que jugar en la calle. Gracias por pensar en nosotros los niños”, comenta Yordi con una gran sonrisa.
Este polideportivo es sólo una de las obras de construcción y mejoramiento de infraestructuras en las zonas más pobres de varias municipalidades hondureñas que forman parte del Proyecto Barrio Ciudad, implementado por el Fondo Hondureño de Inversión Social y cofinanciado por el Banco Mundial.
Quince barrios de las municipalidades de Choloma, El Progreso, Siguatepeque, Puerto Cortés, Comayagua, Danlí, Villanueva y Santa Rosa de Copán están viviendo una nueva realidad: viviendas con acceso a agua potable y sistemas de alcantarillado, cunetas de aguas de lluvia, alumbrado público, carreteras de acceso pavimentadas, gradas en las laderas, construcción de espacios recreativos y deportivos, así como limpieza de calles y descampados.
A esto se suma el entrenamiento de más de 600 líderes en temas de desarrollo comunitario y la capacitación de otros cientos de jóvenes y pobladores en manejo ambiental y en temas de prevención de la violencia.
“Con este tipo de proyectos nosotros también contribuimos con el plan de visión de país, que es reducir la conflictividad social, sobre todo a fomentar los espacios de convivencia, de cohesión social con los jóvenes y con los líderes”, afirma Zunilda Martell, coordinadora del proyecto Barrio Ciudad.