Cuando el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim pise suelo peruano, en su primera parada de una gira de tres naciones, encontrará un país en las grandes ligas de las economías emergentes, con un crecimiento saludable y la casa económica en orden.
En efecto, el Perú ha vivido en el último lustro importantes avances en la lucha contra la pobreza, gracias a positivos indicadores económicos y políticas fiscales, pero aún tiene muchos desafíos por delante.
Con un crecimiento estimado de alrededor del 6%, es actualmente una de las economías más dinámicas de América Latina, ocupando el octavo lugar entre los 10 países con mayor expansión económica del mundo.
Esta bonanza impulsada por el auge de las materias primas ha permitido una reducción de la pobreza de un 50% a mediados de la década pasada a un 26% en 2012, lo que se traduce en 7 millones de peruanos que dejaron de ser pobres. Pero las desigualdades continúan. La brecha entre las zonas urbanas y rurales sigue siendo muy amplia en el país: un 17% frente a un 53%, especialmente en los departamentos de Ayacucho, Cajamarca y Apurímac.
Este es el Perú que encontrará el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, en su gira latinoamericana que comienza hoy y que le llevará además a Chile y a Bolivia.
“Buscar un crecimiento compartido no es solo lo correcto desde una perspectiva social y política; es un imperativo económico”, asegura Kim.
Si bien el crecimiento económico es importante para el desarrollo del país, no es suficiente para erradicar la pobreza y la desigualdad. Perú debe aumentar y mejorar la infraestructura y los servicios sociales, particularmente en las zonas donde viven las personas más vulnerables. Los servicios de agua y saneamiento, educación, transporte, electrificación rural y salud son críticos para lograr el bienestar sostenido de su población.
“Es clave mejorar la capacidad para brindar servicios a los más humildes. Si no se mejora la capacidad de ofrecer servicios de calidad, aun las mejores políticas significarán poco para los supuestos beneficiarios”, dijo Kim.
Agregó que el Banco asistirá a los gobiernos latinoamericanos en la adopción de un enfoque mas científico y empírico en la prestación de servicios para el desarrollo.