CARABAYLLO, Perú – Escalando una ladera empinada sin árboles, y pasando junto a casas con techos de zinc, el Presidente del Grupo del Banco Mundial Jim Yong Kim regresó a su pasado este fin de semana, reconectándose con la pequeña comunidad que alguna vez le enseñó valiosas lecciones en torno a la lucha contra la pobreza.
“¡Aquí está!”, dijo un hombre por un megáfono a una multitud de casi 200 personas mientras Kim descendía de su auto en Carabayllo, 20 kilómetros al norte de Lima, donde pasó parte de 15 años batallando contra la tuberculosis polifarmacorresistente.
El público aplaudió, comenzó la música y los bailarines con trajes tradicionales giraron en el camino de grava. Kim abrazó a los trabajadores comunitarios de “Socios en Salud” — una ONG de la salud de la que es cofundador — y antiguos pacientes de tuberculosis curados gracias al esfuerzo de Socios. Luego se unió al baile.
La celebración, sin embargo, fue apenas una parte de su viaje de regreso, la primera escala de una visita a tres países que incluye Perú, Chile y Bolivia. La otra parte fue más personal: una oportunidad para que Kim reflexione sobre la influencia de Carabayllo en su visión para el Banco Mundial.
“Lo que aprendimos de esta comunidad”, Kim le dijo en español a un grupo de líderes municipales en Carabayllo, “es que la lucha contra la tuberculosis multifarmacorresistente no era solo un problema médico. También era una problema de justicia social”.
En 1994, Partners in Health — una ONG con base en Boston fundada por Kim y Paul Farmer — creó “Socios en Salud” en Perú para brindar atención primaria a la salud.
Sin embargo, cuando un cura de Boston que trabajaba en la comunidad murió de tuberculosis polifarmacorresistente, el enfoque cambió. Kim, junto a Jaime Bayona, cofundador de Socios y ahora asesor de salud pública del Banco, dirigió una investigación que rápidamente encontró a diez personas más con tuberculosis polifarmacorresistente.
Los pacientes eran resistentes a cinco medicamentos contra la tuberculosis de primera línea, dos de ellos utilizaban medicamentos de segunda línea en contadas ocasiones. Más tarde, la investigación reveló docenas de personas infectadas con este tipo de tuberculosis de difícil tratamiento.
Problemas iniciales
En este punto, el plan se enfrentó a varios obstáculos. Primero, el gobierno rechazó el pedido de Socios de brindar tratamiento a los pacientes, hasta que cedió. Los costos eran enormes, pero el filántropo de Boston Thomas White donó los fondos para el tratamiento de las personas.
El tratamiento de 75 personas con tuberculosis polifarmacorresistente en una comunidad pobre no tenía precedentes — había muy poca, si alguna, evidencia documental de que dicho tratamiento pudiera funcionar en un entorno así — excepto por un pequeño número de pacientes bajo la atención de Farmer en Haití.
Sin embargo, los resultados preliminares de Carabayllo mostraron que para el cuarto mes de tratamiento, el 90 por ciento de los pacientes ya no tenían tuberculosis infecciosa y se estaban recuperando. Esta información, luego publicada en el New England Journal of Medicine, fue una de las pruebas clave que persuadió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de apoyar el tratamiento de la tuberculosis polifarmacorresistente en el mundo en desarrollo.
Cuando Kim llegaba a Carabayllo — muchas veces una vez por mes durante el transcurso de la iniciativa — siempre se reunía con personas de la comunidad, Bayona dijo en una entrevista.
“En Carabayllo, siempre escuchaba la opinión de los miembros de la comunidad”, dijo.
“Esto se relaciona con el hecho de que es antropólogo. Muchos médicos solo se concentran en los síntomas o formulan preguntas en torno a lo que aqueja a los pacientes. Y no van más allá. Pero él siempre les preguntaba a las personas de la comunidad, ‘¿Cuál es la causa de su aflicción?’ y ‘¿cómo cree que el problema puede ser resuelto?’ Su enfoque se centraba en resolver el problema desde la raíz, no solo aquello que les molestaba de manera superficial. Socios trataba a las personas y también brindaba consejos, capacitación laboral, y paquetes de comida”, agregó Bayona.
El fin de semana, un antiguo paciente de tuberculosis que se encontraba en el lugar dijo que este tipo de ayuda marcó la diferencia.
“Sin dudas que Socios me ayudó a obtener los medicamentos”, dijo Carmen Parejas Vásquez, de 44 años, quien se infectó de tuberculosis polifarmacorresistente hace 13 años y ahora está curada; acaba de abrir un negocio de venta de miel con la ayuda de Socios. “Pero la mayor ayuda fue el apoyo moral”.
Parejas había sido tratada tres veces de tuberculosis sin éxito, cuando escuchó hablar de Socios. Dieciocho meses después, estaba curada. “Que Dios bendiga al Dr. Kim y a Socios”, dijo.