ARTÍCULO

India: Instalación de grifos de agua en zonas rurales de Kerala

Agosto 12, 2013


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El verano de 2013 fue inusualmente duro en Kerala, el exuberante estado costero del sur de India. (i) Antes de la llegada del monzón, la sedienta población de esta zona tuvo  poco alivio del intenso calor estival.

“La mayoría de los pozos se secaron este verano”, dice Ajithkumar, el barbudo jefe del gram panchayat –consejo de la aldea– de Mundathikode, en el distrito de Thrissur, en el norte de Kerala. “Las represas no tenían suficiente agua para el riego de nuestros campos y la recarga de nuestros pozos. Cientos de familias se hubieran visto en serias dificultades de no haber sido por Jalanidhi”, agrega, mencionando el innovador proyecto de abastecimiento de agua en zonas rurales del gobierno de Kerala, que cuenta con el respaldo del Banco Mundial.

Jalanidhi, que se puso en marcha en el año 2000, ha recorrido un largo camino para garantizar que las familias de muchos lugares en el norte de Kerala tuvieran un suministro confiable de agua corriente en sus casas, a un precio que incluso los hogares de bajos ingresos pueden pagar.

Kerala, más sediento ahora que hace una década

“La población de Kerala está más sedienta ahora que hace una década”, asegura Ajithkumar, al explicar la reciente escasez de agua. Aunque este estado recibe uno de los más altos niveles de precipitaciones en el país, su terreno ondulado hace que la mayor parte del agua de lluvia termine en el mar.

“Hace unos 25 años, la mayoría de las personas satisfacía sus necesidades de agua mediante pozos abiertos y bombas manuales que aprovechaban el abundante agua subterránea”. Pero ahora, la demanda de este elemento está aumentando. “Las familias nucleares están creciendo y solo en nuestra zona se construyen cerca de 500 casas nuevas cada año. Las personas también tienen estilos de vida más opulentos y tienden a desperdiciar el agua porque ya no tienen que extraerla por sí mismos de los pozos de la aldea, sino que usan bombas a motor”.

Por otra parte, las fuentes de agua se están reduciendo. En todo el estado, la rápida urbanización y la pérdida de cubierta vegetal, estanques y pozos ha llevado a que la recarga de las aguas subterráneas sea insuficiente, lo que contribuye al descenso de la capa freática.

Hasta el inicio de Jalanidhi, la mayoría de las mujeres pasaba muchas horas al día recogiendo agua, transportándola a menudo desde pozos distantes o esperándola cerca de grifos públicos, sin saber si esta llegaría y cuándo. Muchas tenían que caminar hasta ríos y estanques lejanos para bañarse y lavar la ropa.

Comunidades se hacen cargo

El proyecto pretendía ayudar a los pueblos que sufrían escasez crónica de agua, tomando medidas especiales para incluir a personas vulnerables, como miembros de tribus, comunidades de castas desfavorecidas y pescadores artesanales.

Se apoyó a los pequeños grupos de familias que querían un mejor suministro de agua de manera que pudieran unirse para crear e implementar  sus propios sistemas de abastecimiento. La ayuda se extendió a la excavación de nuevos pozos (para aprovechar las capas superiores de agua), perforación de pozos (para aprovechar acuíferos más profundos), o el establecimiento de sistemas de extracción de agua de los numerosos manantiales, arroyos, ríos y lagos del estado. También obtuvieron asistencia para construir tanques de almacenamiento e instalar cañerías de distribución del agua a las casas del pueblo. Aunque el gobierno estatal se hizo cargo de la mayor parte del gasto de capital (75%), el gram panchayat pagó el 10%, y los propios beneficiarios el 15%.

Los grupos comunitarios determinaron los horarios y la duración del suministro de agua a las familias miembros, y cobraron cargos por el servicio para financiar sus gastos de operación y mantenimiento. Varias comunidades instalaron medidores de agua para reducir el consumo.

El éxito del proyecto ha ayudado a disipar una serie de creencias arraigadas: que el abastecimiento de agua corriente es un privilegio solo para los más ricos y que los pobres no están dispuestos a compartir los gastos de los programas, o pagar los costos operativos del agua que utilizan.


" Las represas no tenían suficiente agua para el riego de nuestros campos y la recarga de nuestros pozos. Cientos de familias se hubieran visto en serias dificultades de no haber sido por Jalanidhi "

Ajithkumar

Jefe del gram panchayat –consejo de la aldea– de Mundathikode, distrito de Thrissur, Kerala.

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Mujeres se benefician, calidad del agua mejora y población está satisfecha

Ahora que el agua está disponible con solo abrir el grifo dentro de las viviendas, las mujeres de las zonas rurales son las más beneficiadas. Ya no tienen que pasar horas juntando agua para sus hogares, y tienen más tiempo para hacer labores que les permitan aumentar los ingresos familiares.

Aunque muchas de las mujeres de Kerala son jefas de hogar debido a que los hombres están trabajando en los países del Golfo y en otros lugares, el esfuerzo de la recolección de agua ha impulsado a algunas de ellas a asumir el liderazgo en los programas de abastecimiento.

En el distrito de Palakkad, una dinámica y elocuente Ambika Vijayakumar - madre de dos hijos de 58 años que nunca terminó la escuela secundaria-, demostró que todos los opositores estaban equivocados al movilizar a 62 hogares, recaudar 2.000 rupias de cada uno en fáciles cuotas, comprar tierras para un gran pozo abierto y una estación de bombeo y construir un tanque elevado para el almacenamiento de agua. El grupo completó el proyecto a tiempo, y además ahorró dinero.

La calidad del agua también ha mejorado. En el barrio de clase media baja de Minalur (en Mundathikode), Ammini, de 74 años, tuvo que abandonar el pozo del vecindario porque una letrina que se construyó cerca comenzó a contaminarlo. Hoy en día, Ammini tiene suficiente agua potable en su patio para satisfacer sus propias necesidades, así como las de las tres familias que arriendan en su propiedad.

Como resultado, la salud de las personas también ha mejorado. En la colonia de reasentamiento Potta en Ayalur, distrito de Palakkad, K.M. Mooza -presidente del grupo de beneficiarios-, indica que la incidencia de diarrea y disentería se redujo considerablemente después de que el programa Jalanidhi comenzó a proporcionarles agua. Esta comunidad pobre también ha dado conexiones de agua gratis a las familias más indigentes.

Valsa, de 47 años, que alquila una de las habitaciones de Ammini, explica que la factura de las cuatro familias juntas asciende a unas 60 rupias al mes. Desde que pagan por el agua que utilizan, evitan que el tanque se desborde ya que eso significaría derrochar el dinero. Cuando se le pregunta si el costo del agua se justificaba, Valsa dice que tener agua cuando se necesita es para ella un beneficio en sí mismo.

Jalanidhi también ha hecho el barrio más atractivo. Shanta, de 51 años, cuenta que el agua provista por este programa fue un factor importante para que su marido decidiera comprar una casa en Minalur hace un año.

Cuando los residentes están satisfechos, el gram panchayat también está feliz. Antes, la gente siempre se quejaba de la falta de agua, y las dharnas –o protestas– eran frecuentes, recuerda V. V. Kuttikrishnan, presidente del gram panchayat de Erimayur en el distrito de Palakkad. “Hay paz ahora en la mayoría de los panchayats que participan en Jalanidhi”, agrega.

Es un testimonio del éxito del modelo descentralizado que su panchayat haya implementado unos 25 nuevos proyectos basados en el modelo de Jalanidhi, usando fondos propios y de otras fuentes.

Secreto del éxito: Una fuente de agua confiable y buenos líderes

El grupo de usuarios de agua Jawahar de Minalur es uno de los grupos más exitosos en el marco del proyecto Jalanidhi. El grupo –que satisface las necesidades de 215 hogares– se encarga de todos los gastos de mantenimiento, realiza pruebas periódicas de calidad del agua, efectúa reuniones mensuales, mantiene las cuentas adecuadamente y renueva su inscripción como sociedad de beneficencia cada año.

Con los años, el grupo ha logrado ahorrar 350. 000 rupias gracias a los cobros a los usuarios, y utiliza los intereses para financiar medidas de bienestar para sus miembros, como el otorgamiento de becas escolares, la ayuda a los pobres con los gastos de salud, etc.

Entonces, ¿cuál es el secreto de su éxito? “Una fuente confiable de agua y buenos líderes con vocación de servicio”, explica P. Murali, que ha dirigido el grupo durante más de una década.

Sin embargo, no todos los grupos son iguales, añade P. K. Kurian, director de supervisión y evaluación de Jalanidhi. “Aunque alrededor del 80% al 85% de los programas funciona –de los cuales un 40% a 50% funciona muy bien– el 15% a 20% restante avanza con dificultad”.

Entonces, ¿qué explica la diferencia? Un buen capital humano y social determina la sostenibilidad, explica Kurian. “Pero en los lugares donde no existe un buen liderazgo, hay poco sentido de la participación y los proyectos se suelen administrar mal o no tienen reservas para tiempos de necesidad”, dice Krishnakumar, de 38 años, vicepresidente de una comunidad Jalanidhi en Ayilur.

Agrega que los gram panchayats también deben ser capaces de examinar las cuentas, determinar si se llevan a cabo reuniones, e intervenir donde se requiera apoyo administrativo, técnico o de otro tipo. Teniendo esto en cuenta, el proyecto, que ya está en su segunda fase, permite a los panchayats controlar el desempeño de los grupos de beneficiarios.

Sostenibilidad de las fuentes de agua  es crucial

También es fundamental la sostenibilidad de las fuentes de agua. Muchas familias quieren unirse a los programas, pero los proyectos -diseñados pensando en un número específico de hogares-, no pueden atender a demasiados nuevos usuarios. Además, las fuentes de agua están sometidas a presiones cada vez mayores: mientras que hace 10 años, un pozo permitía sacar agua a 80 pies bajo la tierra, ahora se alcanza a 140 pies, ya que el nivel freático ha descendido.

En este contexto, los panchayats deben asumir la gestión integral del agua, hacer un balance de las diferentes condiciones del terreno y las aguas subterráneas, elaborar políticas hídricas locales, y proyectar las necesidades futuras, observa Kurian.

En consecuencia, la segunda fase de Jalanidhi prevé que los gram panchayats preparen planes de seguridad hídrica locales, hagan lo posible para que las fuentes de agua sean sostenibles, aumenten la capacidad de almacenamiento y elaboren planes de respaldo para cubrir contingencias.

Jalanidhi I (2000-08) ha provisto de agua corriente a 192.000 familias en 112 gram panchayats de 13 distritos, de los cuales la gran mayoría se encuentra en los cuatro distritos del norte de Thrissur, Palakkad, Malappuram y Kozhikode.

Jalanidhi II (2012-17) está trabajando para suministrar agua a familias de zonas rurales en 200 gram panchayats de 12 distritos, muchos de los cuales están en los distritos de Kottayam e Idukki en el centro de Kerala, así como en los distritos del norte de Palakkad, Malappuram, Kozhikode, Wayanad, Kannur y Kasargod.


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