El sistema educativo de Marruecos ha logrado avances importantes en términos de aumento del acceso, pero todavía queda un largo camino por recorrer en cuanto a la calidad.
A medida que el país creció económicamente en los últimos años, se hizo cada vez más evidente que la educación desempeña un papel como elemento catalizador del desarrollo social y económico. Los esfuerzos realizados en función de este objetivo para llegar a las poblaciones más marginadas han llevado a un aumento significativo del acceso a la educación.
Se ha progresadoen varios frentes gracias a esfuerzos múltiples y sostenidos. Si bien los resultados están estrechamente ligados a los medios y recursos, también dependen en gran medida de la continuidad y coherencia de las estrategias educativas que respaldaron los sucesivos Gobiernos, y de la presencia de la sociedad civil y los padres en el control y la evaluación de las políticas públicas del sector de la educación.
Una década de esfuerzos
El sistema educativo de Marruecos ha enfrentado una serie de problemas graves, principalmente vinculados a la cobertura insuficiente, las disparidadesde género en todos los niveles y las elevadas tasas de abandono y repetición. Estos han causado resultados insatisfactorios en elaprendizaje y una débil integración de los graduados en el mercado laboral, todo lo cual lleva a una falta de confianza en el sistema de educación pública.
Para superar estos desafíos, el Gobierno se embarcó en un amplio programa de reformas, adoptando en 1999 el Estatuto Nacional de Educación y Capacitación. Estedocumento establecióque el periodo de 2000 a 2009 sería la “década de la educación” y que la enseñanzay la formación se convertirían enprioridades nacionales. Sin embargo, como las reformassufrierondemoras, en 2009se elaboró un Plan de Emergencia de la Educación para impulsar el proceso.
El primer paso en la mejora del desempeño del sistema educativo es lograrla equidad, garantizando que toda la población tenga acceso. Las inversiones en infraestructura escolar realizadas durante la última década, junto con el respaldo a los estudiantes más pobres, contribuyeron al aumento de las tasas de matrícula nacionales del 52,4% al 98,2% en la educación primaria; del 17,5% al 56,7% en el primer ciclo de educación secundaria, y del 6,1% al 32,4% en el segundo ciclo de educación secundaria. La situación también ha avanzado claramente en términos de igualdad, y la brecha entre varones que viven en zonas urbanas y mujeres que habitan en áreas rurales a nivel de la educación primaria se redujo a solo 3,5 puntos porcentuales en el año escolar 2012.
Sin embargo, sigue habiendo importantes diferenciasentre los estudiantes de zonas rurales y urbanas y entre alumnos y alumnas más allá del nivel primario. Por ejemplo, en el primer ciclo de educación secundaria, la tasa neta de matrícula es del 79% para los varones de las zonas urbanas, pero solo del 26% para las mujeres de las áreasrurales. Esta brecha de género es un indicador de las normas sociales y culturales que siguen colocando a las niñas de zonas rurales en situación de desventaja.
Redoblar los esfuerzos en materia de calidad
Más allá del acceso, el pilar de un sistema escolar es la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Marruecos ha hecho grandes esfuerzos por mejorar la calidad en los últimos años, en particular mediante la actualización de los programas pedagógicos y la implementación de centros regionales de capacitación para maestros.
No obstante, este indicador sigue siendo bajoa pesar de estas reformas. Las ediciones de 2011 del Estudio internacional de tendencias en matemáticas y ciencias (TIMSS, por sus siglas en inglés) y el Estudio internacional sobre elprogreso en comprensiónlectora (PIRLS, por sus siglas en inglés) mostraron bajos puntajes de rendimiento escolar para los alumnos marroquíes de cuarto y octavo grado, en comparación con los de otros países participantes. En matemáticas, por ejemplo, el 74% de los estudiantes marroquíes de cuarto grado no alcanzó siquiera el más bajo de los cuatro niveles de referencia, y ningún alumnoobtuvoel nivel de referencia más alto.
Por estos motivos, se debe mantener el impulso de la reforma para aprovechar los logros de las últimas décadas. Se necesitan más medidaspara modernizar los planes de estudio y armonizar los métodosde enseñanza a lo largo del programa escolar. Esto mejorará las prácticas educativas y evitará la incoherencia y el derroche de recursos. No menos importante es la adecuación de los planes de estudio y la formación profesional a las demandas del mercado laboral. Un número cada vez mayor dejóvenes capacitados y calificados lucha por encontrar espacio en un mercado de trabajoexigente y no obtiene suficiente apoyo u orientación del sistema educativo para la adquisición de las habilidades de los perfiles profesionales más buscados.