Ulán Bator, Mongolia. El leopardo de las nieves, un animal esquivo y enigmático que se encuentra en peligro de extinción, habita en algunos de los terrenos más escarpados y remotos del mundo, como los de Mongolia. En este país, existen unos 1000 ejemplares, los cuales viven en las montañas fragmentadas de las regiones de Altái y del desierto de Gobi.
En Mongolia está la segunda mayor población de leopardos de las nieves en el mundo, después de China. En la actualidad, quedan entre 3900 y 6400 ejemplares en las zonas agrestes de 12 países: desde Afganistán al oeste, China al este, Rusia al norte, e India al sur.
Recientemente, los Gobiernos de estos 12 países se reunieron en Bishkek, República Kirguisa, ocasión en la que aprobaron una nueva iniciativa mundial (i) para salvar al leopardo de las nieves y conservar los ecosistemas de alta montaña de los que depende la especie, y también el Programa Mundial de Recuperación de los Ecosistemas del Leopardo de las Nieves. (i)
Durante el último año, los países del área, entre ellos Mongolia, se reunieron varias veces para elaborar el programa, crear un sentido de identificación de los países, fomentar la voluntad política al más alto nivel, y diseñar por primera vez soluciones intersectoriales para los problemas. La Iniciativa Mundial en favor del Tigre (i) prestó apoyo para que estas naciones avanzaran de intervenciones aisladas, normalmente impulsadas por organizaciones no gubernamentales (ONG), a acciones colectivas dirigidas por los Gobiernos.
La importancia de los leopardos de las nieves para Mongolia
La especie protegida del leopardo de las nieves es considerada como “muy rara” por la Ley de Fauna Silvestre de Mongolia (2012).
Estos peculiares gatos, apodados “espíritus de la montaña”, son vistos pocas veces por las personas. Pero sirven como un indicador del estado de los paisajes que comparten con los seres humanos y el ganado. Los lugares donde habitan los leopardos de las nieves son recursos importantes para las economías rurales y regionales, dado que proveen agua, energía hidroeléctrica, minerales, medios de subsistencia basados en la ganadería, y oportunidades para el ecoturismo.
Las personas representan una grave amenaza para la supervivencia de esta especie. En Mongolia, es cazada furtivamente por su piel y huesos, para satisfacer las demandas de la industria de la piel y la medicina tradicional china. La caza excesiva y la caza ilegal de sus presas tradicionales han causado conflictos entre los leopardos de las nieves y los pastores. Como disminuyó el número de sus presas silvestres, estos felinos comenzaron a atacar al ganado doméstico. Para proteger a sus animales y medios de subsistencia, los pastores en represalia matan a los leopardos de las nieves.
Además, el aumento de la infraestructura vial, los ferrocarriles y otras obras de apoyo a la industria minera de Mongolia se está convirtiendo en una nueva amenaza. Por ejemplo, la construcción de una carretera pavimentada y un proyecto ferroviario en las áreas meridional y occidental de Mongolia dividiría tanto el hábitat y la población de leopardos de las nieves como a sus presas en la zona.
Dado que es un depredador importante del ecosistema montañoso de Mongolia y Asia central, el leopardo de las nieves es una especie “de categoría general” para la conservación de otras especies y hábitats, señaló B. Munkhtsog, biólogo superior del Instituto de Biología de la Academia de Ciencias de Mongolia.
La conservación de la población mongola de la especie es también una parte importante de los esfuerzos por salvar y recuperar la población rusa de estos animales en el extremo norte, y mantener el flujo de genes con la población china en el sur.