Hanoi, Viet Nam. El sueño de convertirse en maestra de Cao Thi Phuong Huyen, de 18 años, está más cerca de ser una realidad. Fue aceptada en la Universidad de Hung Vuong, ubicada en la provincia de Phu Tho, donde ahora cursa el primer año de un programa de enseñanza de inglés como segunda lengua.
Pero esto no hubiera sido posible si ella hubiera abandonado la escuela hace unos tres años, cuando su familia no contaba con los recursos suficientes para financiar su educación secundaria.
“Después de terminar la enseñanza primaria, reprobé el examen para ingresar en la escuela secundaria pública”, dijo Huyen. “Pensé en buscar trabajo, porque creí que no podría ir a una escuela privada. En parte fue porque me sentí desanimada, pero principalmente porque mi familia no podía pagarla”.
En Viet Nam, cerca de 1 millón de estudiantes termina la escuela primaria cada año. Pero las escuelas secundarias públicas solo pueden recibir al 80% de ellos para que continúen sus estudios.
Se estima que unos 200 000 alumnos que reprobaron un solo examen de ingreso a la escuela secundaria no tienen otra opción que inscribirse en escuelas privadas. Para aquellos con dificultades económicas, el alto costo de las matrículas es un problema.
Pero un proyecto respaldado por el Banco Mundial y ejecutado por la Fundación East Meets West le brindó a Huyen la oportunidad de ingresar en Vu The Lang, una escuela secundaria privada de su ciudad natal.
El proyecto, financiado por el programa de la Asociación Mundial para la Ayuda en Función de los Resultados, proporcionó asistencia financiera para continuar los estudios en escuelas privadas a alumnos como Huyen, que pensaban dejar de estudiar.
Entre 2010 y 2013, la iniciativa ayudó a terminar la escuela secundaria superior o profesional a más de 8000 estudiantes desfavorecidos en 12 de las provincias más pobres del norte y centro de Viet Nam.