Recomendaciones de medidas prácticas
El informe Transport for Health es el resultado del trabajo conjunto del Fondo Mundial para la Seguridad Vial, encabezado por el Banco Mundial, y el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington. También contribuyeron autores de otras instituciones, como la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, Health Effects Institute, la Universidad de Columbia Británica, Schneider Institutes for Health Policy y el Ministerio de Salud de Canadá.
Sobre la base de datos de versiones anteriores de Global Burden of Disease, se cuantifican los impactos en la salud de las lesiones ocasionadas por accidentes de tránsito en las últimas dos décadas y la contaminación del aire que generan los vehículos. Además, se destaca el aumento del número de muertos y heridos por estos hechos en todo el mundo —las muertes por accidentes aumentaron un 46 % en dos decenios y los fallecimientos por contaminación, un 11 %— y sus considerables impactos en la salud materna e infantil. Además, se hace hincapié en la necesidad de tener caminos seguros para ofrecer mejores cuidados médicos y facilitar el acceso a atención de emergencia.
En el informe se proponen medidas prácticas que los países pueden adoptar inmediatamente. Algunas de las más importantes son:
- Ampliar los programas de seguridad vial y la capacidad de informar sobre accidentes para salvar vidas y promover el desarrollo económico.
- Fomentar un sólido desarrollo institucional para la colaboración multisectorial en la nueva esfera de una movilidad más segura y con menor nivel de contaminación.
- Comprometer los recursos necesarios para hacer realidad los beneficios económicos y de salud que genera un sistema de transporte seguro y limpio.
- Considerar sistemáticamente el impacto de los proyectos viales en la salud.
“Los resultados y recomendaciones de este informe confirman el fuerte vínculo entre los sectores de salud y transporte, y destacan la importancia de hacer el máximo esfuerzo para obtener un transporte más seguro y limpio”, señala Karla González, gerente de transporte del Banco para Asia meridional. “Por eso es clave ayudar a nuestros países clientes a aplicar políticas y sistemas de transporte que maximicen los beneficios económicos y minimicen los riesgos para los usuarios”.
Algunos países ya han adoptado medidas al respecto, mediante proyectos destinados a abordar tanto los desafíos de transporte como los de salud.
En India, por ejemplo, el Proyecto de Transporte Urbano en Mumbai del Banco Mundial tiene como objetivo modernizar el transporte aumentando la capacidad de los caminos, los autobuses y los trenes para seguir el ritmo de la migración hacia las zonas urbanas. Al mismo tiempo, en el proyecto se presentan sistemas modernos de gestión del tránsito que servirán para reducir la congestión y la contaminación en las calles de la ciudad.
En Viet Nam, gracias a un proyecto la tasa de accidentes se redujo un 36 % y la de muertes, un 61 % en corredores seleccionados entre 2005 y 2013. En el marco de la operación, se entregaron 34 000 cascos de protección en las escuelas, se llevó a cabo una campaña integral de seguridad en los caminos a nivel nacional y se capacitó a 150 ingenieros para desempeñarse como auditores de la seguridad vial.
En Argentina, un proyecto en esta área también contribuyó a salvar vidas: el número de víctimas fatales a causa de accidentes de tránsito cayó un 12,5 % entre 2008 y 2011, mientras que la cantidad de vehículos registrados aumentó un 15 % en el mismo período. Además, el proyecto del Banco Mundial fomentó la creación del Observatorio Iberoamericano de Seguridad Vial, la primera base de datos estadísticos de la región sobre accidentes viales.
La necesidad de contar con mejores datos
Otro desafío que se debe superar para invertir la tendencia ascendente de muertes relacionadas con el transporte es la falta de datos. Las estimaciones anteriores de la carga mundial de lesiones derivadas de accidentes de tránsito se basaban en escasos datos provenientes de la mayoría de los países. En este informe, los cálculos se hacen a partir de un análisis de grandes cantidades de mediciones obtenidas incluso en las regiones que, teóricamente, podían ofrecer poca información.
Los resultados revelan que no se informa sobre el número total de accidentes de tránsito en el mundo en desarrollo. Las estimaciones basadas en datos de Global Burden of Disease de 2010 indican, por ejemplo, que las muertes por lesiones derivadas de accidentes viales en India son más del doble de las dadas a conocer en estadísticas oficiales, mientras que en China esta proporción aumenta al cuádruple y en algunas partes de África, al séxtuple.
La falta de datos confiables sobre los impactos en la salud es otro reto que no solo pone en peligro la aplicación de medidas eficaces en diferentes sectores, sino que puede llevar a derrochar recursos del Gobierno o asistencia para el desarrollo que pueden estar dirigidos a actividades que no logren los resultados esperados.
“En nuestro informe se destaca la necesidad de realizar investigaciones adicionales sobre la exposición humana a la contaminación del aire en regiones que sufren un rápido aumento del número de vehículos motorizados y de comprender mejor los efectos en la salud de las personas que están expuestas a los contaminantes relacionados con el tránsito”, explica Aaron J. Cohen, científico principal del Health Effects Institute. “Si contamos con mejores datos, podremos cuantificar más adecuadamente la carga de morbilidad ocasionada por la contaminación derivada del tránsito y seguir los avances en su reducción”.