La medición de la felicidad no es una experiencia nueva para Bután, nación de 700 mil habitantes ubicada entre China e India y que tiene la aspiración de convertirse pronto en el primer país agrícola con producción totalmente orgánica.
“La felicidad de los habitantes es el valor supremo constitucional de Bután. Surge en los años 70 cuando nuestro cuarto Rey Jigme Singye Wangchuck dijo que el índice de Felicidad Nacional Bruta (FNB) es más importante que el Producto Interno Bruto (PIB) porque si el Gobierno no puede crear felicidad, no tienen ningún propósito”, asegura la estadística butanesa Tshoki Zangmo.
Y es esa experiencia la que ha querido compartir Bután con representantes de México, Ecuador y Bolivia.
Investigadores, economistas, estadísticos e incluso chamanes expusieron, opinaron e intercambiaron argumentos durante el Encuentro del Dragón y el Cóndor, evento internacional celebrado en Bolivia para evaluar la iniciativa del Vivir Bien-Buen Vivir-Felicidad. La principal coincidencia: no son suficientes los indicadores económicos objetivos, como por ejemplo el ingreso, la vivienda, los servicios y otros, para medir el bienestar de la población.
Luego de una visita a la ruinas de Tiwanaku, milenario santuario y símbolo de los saberes ancestrales de la cultura andina a orillas del lago Titicaca, las delegaciones coincidieron en que ni la madre naturaleza ni las tradiciones culturales pueden quedar al margen, principalmente cuando se advierte que estamos comenzando a ver los efectos negativos de los modelos tradicionales de desarrollo.
“Hace pocos días Felipe, el cóndor que fue rescatado en pésimas condiciones de salud, fue hallado muerto a tiros en Ecuador. Esta especie está en extinción en los países andinos, donde también nuestros glaciares se están derritiendo. Cada trece minutos muere de hambre una persona en el mundo, eso es injusto. Pero además, somos infelices. Algo estamos haciendo mal”, expresó Pablo Barriga, delegado de Ecuador.
La ministra boliviana de Planificación, Viviana Caro, aseguró que para Bolivia la Cooperación Sur-Sur es muy importante en sus relaciones internacionales, permite una construcción conjunta de lo que planteamos como sociedades”.
“Este será un desafío para el Vivir Bien que es nuestra base filosófica. Tenemos que incorporar en los indicadores de pobreza multidimensional instrumentos que incluyan el aspecto colectivo y la armonía con la naturaleza”, agregó Caro
El Vivir Bien toma en cuenta a la naturaleza como sujeto y se basa en la recuperación de los valores tradicionales: Ama suwa, Ama llulla, Ama qhilla (no robar, no mentir no ser flojo) en lengua nativa quechua. Sus principales características tienen que ver con el respeto a la vida, fluir y aplicar las leyes de la naturaleza, valorar lo diverso y lo plurinacional, intentar alcanzar la armonía entre el pensar el sentir y el actuar, entre otros.
“El Vivir Bien precisa aplicabilidad en función de indicadores que están en proceso de construcción y que medirán otros aspectos de la vida no tomados en cuenta. Por ejemplo: Qué hacen los bolivianos después del trabajo, qué aspiraciones tienes, cómo es su espacio espiritual, etc.” expresó Marcelo Zaiduni, uno de los responsables del encuentro y asesor en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia.