Yakarta, Indonesia, 8 de mayo de 2014. Un nuevo informe del Banco Mundial insta a los países de la región de Asia oriental y el Pacífico (EAP) a luchar contra el predominio de la economía informal mediante la promulgación de normativas laborales y políticas de protección social que beneficien a las personas sin importar dónde o cómo trabajen.
Por ejemplo, indemnizaciones por desempleo modestas y financiadas a nivel nacional pueden ayudar a los empleadores a evitar mecanismos costosos, reducir los impuestos laborales y fomentar la formalización de las actividades, según el informe East Asia Pacific at Work: Employment, Enterprise and Well-Being (Empleo en Asia oriental y el Pacífico: Trabajos, empresas y bienestar). Del mismo modo, la cobertura universal de salud en Tailandia ya redujo los costos que los pacientes tienen que financiar con recursos propios, aumentó la cantidad de usuarios de los servicios médicos y disminuyó el riesgo de empobrecimiento a raíz de enfermedades inesperadas.
“Las políticas de protección social deben centrarse en la protección de todos los trabajadores, sin favorecer a un sector, lugar, o profesión en particular”, dijo Axel van Trotsenburg, vicepresidente de la Oficina Regional de Asia Oriental y el Pacífico del Banco Mundial. “Cuando estas políticas se diseñan de forma adecuada, permiten a los trabajadores más vulnerables tener un camino para salir de la pobreza y empezar a beneficiarse de la prosperidad de la clase media”.
El informe llega en un momento en que los funcionarios encargados de formular políticas están considerando medidas para formalizar sus mercados laborales después de que un rápido desarrollo económico subió las tasas de participación laboral en la mayoría de los países de Asia oriental y el Pacífico hasta situarlas entre las más altas del mundo. En los últimos 20 años, la región vio crecer la productividad en medio de una rápida transformación estructural, con grandes desplazamientos de personas hacia las ciudades y una mayor producción agrícola, manufacturera y de servicios. La proporción de población que trabaja o busca trabajo en la mayoría de los países de Asia oriental, incluidas las mujeres, es más elevada que en otras naciones con niveles de ingresos similares.
A pesar del rápido crecimiento económico en las últimas décadas, las tasas de la región se están moderando y los costos laborales están subiendo. Los aumentos adicionales de la productividad se ven limitados por la falta de competencias en toda la región e incluso una escasez de habilidades básicas en Camboya, República Democrática Popular Lao, y varios países insulares del Pacífico.
Mientras tanto, las políticas de protección social y las regulaciones del mercado laboral que prevalecen en la región evidencian ciertas limitaciones. Estas políticas, que fueron diseñadas cuando la mayoría de los trabajadores eran hombres que se desempeñaban en empleos asalariados de tiempo completo, hoy en día perjudican las perspectivas laborales de las mujeres, los jóvenes y las personas menos calificadas, así como de aquellas que trabajan a tiempo parcial o por cuenta propia.