Con los actuales diálogos en La Habana, Colombia intenta por cuarta vez en su historia poner fin a décadas de lucha armada. Para Luis Eduardo Celis, columnista de la revista digital Las dos orillas e investigador en temas de paz y conflicto de la Fundación Paz y Reconciliación y laCorporación Nuevo Arcoiris, esta nueva negociación dará los resultados que se esperan y se producirá (“en dos años”) la esperada firma de los acuerdos de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal fuerza guerrillera del país.
Las tres ocasiones anteriores (en los 80, los 90 y a principios de este siglo) lograron algunos avances y colocar ciertos temas en la agenda pública, pero nunca consiguieron poner fin a las acciones armadas ni a sus consecuencias: más de 200.000 muertes, cerca de 5 millones de desplazados y pérdidas millonarias en infraestructura y bienes civiles, con un costo económico que algunos especialistas ubican en un 36% de del PIB.
Durante una conferencia en el Instituto Estadounidense para la Paz (USIP, por sus siglas en inglés), en Washington, Celis desglosó las razones que llevaron a un sector de la población a alzarse en armas y los argumentos por los cuales él cree que la paz está más cerca que nunca antes en la historia de Colombia.
Pregunta. ¿Por qué cree que esta vez sí va a haber resultados?
Respuesta. Del lado de la guerrilla ya no hay ninguna ilusión de triunfo, y del lado de la élite que está al frente del Estado colombiano, ya hay la comprensión de que si bien la guerrilla está disminuida y debilitada, no está derrotada. Y al no estar derrotada, el costo para la economía colombiana es muy alto. Hay un cálculo de beneficio, y la élite que representa el presidente Juan Manuel Santos tiene la decisión de llegar a un acuerdo sobre temas que van a ser importantes para la economía.