Samburu, 1 de diciembre de 2014. Durante generaciones, los pastores de Samburu, un condado nómada a 400 kilómetros al norte de Nairobi, han deambulado de un lugar a otro en busca de agua y alimentos para sus animales.
“En este tipo de comunidades nómadas, a veces es común que los niños que nacen con discapacidades y VIH/sida sean abandonados por sus familias porque no las pueden ayudar a arrear animales hacia campos alejados”, dice Grace Seneiya, que abrió una escuela en Samburu para niños discapacitados que están infectados con esta enfermedad. "Cuando daba clases en una pequeña escuela en Barangui, conocí a un niño ciego que había sido dejado solo por sus padres. Tuve que acogerlo".
El Programa de Educación y Rehabilitación de Discapacitados de Samburu (SHERP, por sus siglas en inglés) recibió una donación de US$4000 para capacitar a trabajadores de la salud de modo de garantizar que los 150 niños discapacitados que viven con VIH/sida incluidos en el programa tuvieran acceso a la nutrición, los medicamentos y la atención domiciliaria que necesitaban.
"Una de las causas de discapacidad es que muchas mujeres aquí no dan a luz a sus bebés en los hospitales con la ayuda de profesionales de la salud calificados", indica Grace. La tasa de mortalidad materna en Kenya es una de las más altas de África con 488 defunciones por cada 100 000 nacidos vivos. El porcentaje de mujeres que dan a luz con asistencia médica calificada es de solo 44 % y se ha mantenido prácticamente sin cambios desde 1993.
SHERP es una de las más de 10 000 organizaciones comunitarias de Kenya que recibieron una donación para ayudar a responder a la epidemia de VIH sida en todo el país. Este componente del Proyecto Guerra Total contra el VIH y el Sida (TOWA), respaldado por un financiamiento del Banco Mundial de US$80 millones, permite que organizaciones basadas en la comunidad, como SHERP, amplíen la cobertura de actividades de prevención y mitigación de la enfermedad en sus comunidades locales. A través de este proyecto, las comunidades tienen el poder de crear, implementar y administrar proyectos más pequeños que contribuyen a la respuesta nacional al VIH/sida.
En Kenya se registra la cuarta epidemia más grande de VIH en el mundo. En 2012, aproximadamente 1,6 millones de personas vivían con VIH y unas 57 000 personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida. En la actualidad, hay 1,1 millones de niños huérfanos a raíz de la epidemia. Esta varía a través de todo el país: la provincia de Nyanza tiene la prevalencia general más alta con un 15 %, seguida por Nairobi con un 10 %.
Mediante TOWA, el Ministerio de Salud de Kenya y el Consejo Nacional de Control del Sida distribuyeron más de 5 millones de mosquiteros tratados con insecticida y 300 millones de preservativos a nivel nacional. También se financiaron donaciones para más de 10 000 organizaciones de base comunitaria con el fin de sensibilizar sobre el VIH/sida. Como resultado, entre 2007 y 2012, la prevalencia del VIH se redujo de un 7,2 % a un 5,6 % y las nuevas infecciones disminuyeron un 40 %.
Las organizaciones comunitarias han ayudado a contribuir a la respuesta nacional al VIH/sida, mediante la potenciación de las comunidades para responder a los cambios que se producen a nivel local.