“A tan solo unas semanas de los terroríficos ataques, París será reconocida como la ciudad en la que los líderes mundiales se pusieron del lado correcto de la historia”.
Esa es la opinión del presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, quien el 30 de noviembre estará en París junto con los líderes gubernamentales para el inicio oficial de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. (i)
“Tengo la firme convicción de que los líderes del mundo se unirán en París y suscribirán un acuerdo ambicioso que permitirá abordar el cambio climático y preservar nuestro planeta para todos nosotros, pero en especial para nuestros hijos y nietos”, afirmó Kim.
En la Conferencia de París —la 21.a sesión de la Conferencia de las Partes, o CP21— está en juego la firma de un nuevo acuerdo internacional sobre cambio climático que permita reorientar la economía mundial hacia un camino con mayor capacidad de adaptación y menores niveles de emisiones de carbono.
Kim expresó con claridad que los esfuerzos por poner fin a la pobreza extrema no darán resultado si no se aborda el cambio climático.
“El cambio climático es una grave amenaza para todos: socava la estabilidad y la paz pues intensifica las tensiones derivadas del acceso al agua, la inseguridad alimentaria y la vulnerabilidad a las tormentas y las olas de calor”, sostuvo.
Antes del inicio de las conversaciones de París, más de 160 países presentaron sus planes nacionales, las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional, (i) que muestran una posible demanda de billones de dólares para inversiones en iniciativas climáticas.
La enviada especial del Grupo Banco Mundial para el Cambio Climático, Rachel Kyte, describió esos planes como “prospectos de primera generación”, y añadió que el costo de iniciar la transición hacia una economía con menores niveles de emisiones de carbono y mayor capacidad de adaptación podría superar los miles de millones de dólares y ubicarse en el orden de los billones de dólares.
Uno de los desafíos inmediatos para el financiamiento de las iniciativas vinculadas con el clima, que se analizará en el encuentro de París, será la movilización de USD 100 000 millones al año que deberían destinarse a los países en desarrollo a más tardar en 2020.
Kim señaló que, en su opinión, hay un camino creíble para llegar a esa cifra para 2020, tal como se prometió en Copenhague.