Los líderes mundiales se presentaron en París para la inauguración oficial de la COP21 –la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático– (i) con el fin de exponer sus planes para abordar el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Luego, durante el día, una coalición de líderes y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, instó a los países y las empresas de todo el mundo a fijar un precio a la contaminación con carbono como medio para reducir las emisiones y reorientar las inversiones hacia un crecimiento más limpio y ecológico.
Los líderes estiman que la fijación del precio del carbono proporciona un triple dividendo: es positiva para el medio ambiente y las personas; aumenta los ingresos de manera eficiente, por lo que es posible reducir los impuestos más distorsionadores, e impulsa la innovación en el sector privado y las inversiones imprescindibles en tecnologías limpias y con bajos niveles de emisiones.
Para reforzar la necesidad de tomar medidas, el Grupo Banco Mundial y sus asociados también ponen en marcha formalmente la Coalición de Liderazgo para la Fijación del Precio del Carbono (i) durante las conversaciones sobre el clima de París. La coalición de líderes gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil fue creada el año pasado después de la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas. Esta iniciativa busca ampliar la aplicación de políticas de fijación del precio del carbono eficaces que puedan mantener la competitividad, crear empleo, fomentar la innovación, y lograr una reducción significativa de las emisiones.
Actualmente, unos 40 Gobiernos y 23 ciudades, estados y regiones cuentan con mecanismos de fijación del precio del carbono que cubren aproximadamente el 12 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero anuales. Esta cobertura aumentó más de tres veces durante la última década, y el crecimiento continúa.
A comienzos de este año, Corea del Sur implementó un mercado de carbono ambicioso que incluye 500 mecanismos en más de 20 sectores. China —el mayor contaminador del mundo— anunció recientemente planes de crear un programa nacional de comercio de derechos de emisión a partir de 2017.
Mientras tanto, más de 400 compañías de todo el mundo informan que usan un precio voluntario del carbono interno en sus planes empresariales.
Otra prueba del impulso a favor de la fijación del precio del carbono proviene de los planes nacionales, conocidos como las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés), presentadas por los países para las conversaciones de París. Más de 90 INDC incluyen propuestas de comercio de emisiones, impuestos sobre el carbono y otros mecanismos de fijación del precio en el marco de una amplia gama de planes de acción de los Gobiernos para abordar sus desafíos específicos.