Para maximizar el impacto, el Plan de Acción se centra en acciones transformadoras y reformas de políticas que harán una importante contribución a la lucha contra el cambio climático. En el marco del plan, el Banco Mundial planea duplicar sus actuales contribuciones a la capacidad de energía renovable mundial, para agregar 30 gigavatios y movilizar USD 25 000 millones (dólares estadounidenses) en financiamiento privado para energía limpia antes de fines de 2020. El Grupo Banco Mundial cuadruplicará además el financiamiento para los sistemas de transporte con mayor resiliencia frente al cambio climático, integrará el cambio climático en la planificación urbana a través de la Plataforma Mundial para las Ciudades Sostenibles, y aumentará la asistencia para la gestión forestal y pesquera sostenible.
Para acelerar la inversión del sector privado, el Grupo Banco Mundial colaborará con los organismos reguladores, impulsará la defensa y promoción de productos bancarios ecológicos y continuará promoviendo el desarrollo del mercado de bonos verdes.
La Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad que forma parte del Grupo Banco Mundial y la mayor institución internacional de desarrollo dedicada exclusivamente al sector privado en los países en desarrollo, se propone ampliar sus inversiones en el clima del nivel actual de USD 2200 millones anuales al nivel meta de USD 3500 millones anuales, y ser líder en la movilización de otros USD 13 000 millones anuales en financiamiento del sector privado antes de fines de 2020. IFC ampliará sus inversiones relacionadas con el clima en sectores como la energía renovable con conexión a la red, la construcción de edificios ecológicos, la eficiencia energética industrial y comercial, y la infraestructura urbana inteligente en relación con el clima. IFC también seguirá usando instrumentos financieros innovadores y servicios de asesoría para ampliar sus operaciones en la distribución de energía renovable, el acceso a la energía sin conexión a la red, y la agricultura inteligente en relación con el clima. Al mismo tiempo, IFC continuará asesorando a sus clientes sobre las maneras de usar los recursos, como la energía y el agua, de una manera más eficaz en función de los costos y con un menor impacto ambiental.
“El ingenio y la innovación del sector privado, junto con la acción gubernamental, serán fundamentales para la transición hacia una economía mundial con capacidad de adaptación al cambio climático y bajo nivel de emisión de carbono”, dijo Nena Stoiljkovic, vicepresidenta de Servicios Globales a los Clientes de IFC. “IFC se centrará en aumentar sus inversiones inteligentes en relación con el clima en los países en desarrollo y aprovechar las fuentes de capital privado que no han sido explotadas para usarlas en el financiamiento para el clima”.
El Plan de Acción reconoce la urgencia de desarrollar resiliencia frente a las crisis climáticas, incluidos los desastres naturales, y los impactos sobre la agricultura y las cadenas de suministro agrícola. Se formularán planes de inversión en agricultura inteligente en relación con el clima para al menos 40 países, y se espera que el 100 % de los préstamos destinados a la agricultura tenga un enfoque acertado en relación con el clima. Las áreas prioritarias serán el uso de semillas resistentes al clima, los sistemas de riego de alta eficiencia, la productividad ganadera, y la gestión de los riesgos. El Grupo Banco Mundial también planea procurar sistemas de alerta temprana de desastres naturales a 100 millones de personas de 15 países en desarrollo, y ayudar a brindar protección social para la adaptación a los impactos climáticos a otros 50 millones de personas. Todos estos objetivos se esperan alcanzar antes de fines de 2020.
“La cuestión clave es cómo aprovechar los recursos disponibles para cumplir las ambiciosas metas establecidas en París”, dijo John Roome, director superior del Área de Soluciones Transversales en materia de Cambio Climático del Grupo Banco Mundial. “Con el Plan de Acción, ayudaremos a los países a integrar el cambio climático en sus políticas, en su planificación y en su elaboración de los presupuestos nacionales, y también a movilizar el financiamiento y usarlo para producir el máximo impacto”.
En el Plan de Acción, el Grupo Banco Mundial presenta un nuevo planteamiento que tendrá en cuenta los riesgos y las oportunidades que representa el cambio climático en todos los marcos de alianzas con los países. El análisis del riesgo climático ya se aplica a los proyectos respaldados por la Asociación Internacional de Fomento (AIF) —el fondo del Banco Mundial para los países más pobres—, y se extenderá a otras operaciones del Banco Mundial a principios de 2017.