Los bosques de Costa Rica constituyen una historia de éxito impresionante. Luego de décadas de la tala sin control de estos con el fin de usar la tierra para la producción agrícola y ganadera, en el país se aplicaron políticas de protección en los años ochenta que permitieron una recuperación extraordinaria de los bosques. En la actualidad, Costa Rica es el primer país tropical que ha detenido y revertido la deforestación: más de la mitad de su territorio está cubierto por bosques en comparación con solo el 26 % en 1983. Al mismo tiempo, sectores como el turismo sostenible y la generación hidroeléctrica han experimentado un notorio crecimiento.
Sin embargo, la gran historia del desarrollo sostenible de Costa Rica no termina ahí. La urbanización y las mayores necesidades de energía están ejerciendo presión sobre los recursos naturales del país y, simultáneamente, el aumento de la demanda de madera, en particular maderas duras poco comunes, está incentivando la tala ilegal (i). La producción maderera local, las inversiones del sector privado, los empleos en el sector forestal y la artesanía en madera han disminuido considerablemente. Los presupuestos públicos para hacer cumplir las normativas de protección de los bosques están siendo insuficientes. Debido al uso limitado de la madera local en el sector de la construcción, a menudo las nuevas viviendas se construyen con cemento y metal, los cuales se relacionan con una elevada huella del carbono.
Básicamente, la conservación de los bosques en Costa Rica se verá menoscabada a menos que se implementen reformas en el sector forestal para abordar estos desafíos. Mantener un considerable crecimiento forestal en Costa Rica solo será posible si los bosques son considerados como un activo productivo, y sus contribuciones a la economía se reflejan adecuadamente en las políticas.
Es en esta esfera que la contabilidad del capital natural (CCN) (i) puede ser crucial a la hora de entregar información a los encargados de formular políticas acerca de cómo los bosques contribuyen a la economía más allá de lo que se manifiesta en el producto interno bruto (PIB).
Desde 2012, Costa Rica ha trabajado con la iniciativa global del Banco Mundial denominada Alianza para la Contabilidad de la Riqueza y la Valoración de los Servicios de los Ecosistemas (WAVES) (i) para obtener una idea más precisa de los recursos naturales del país —es decir, bosques, agua y energía— y cómo estos interactúan con la economía. La CCN puede entregar a los responsables de las políticas mejor información sobre los usos alternativos de la tierra, las repercusiones económicas de las inversiones que degradan los recursos naturales y las maneras de ponderar las posibles soluciones de compromiso.
Con el apoyo de WAVES, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) dieron a conocer ayer las primeras cuentas de los bosques del país. Estas cuentas proveen datos como la cantidad y los tipos de bosques que se encuentran en Costa Rica, el valor económico de los bosques y los productos forestales, y la evolución de estas cifras a lo largo del tiempo. Los resultados tienen repercusiones fundamentales para la gestión de los recursos forestales del país, tanto en términos de conservación como de uso sostenible.
Una de las mayores conclusiones de las cuentas de los bosques es que estos recursos contribuyen en mayor porcentaje al producto interno bruto (PIB) de Costa Rica de lo que se pensaba anteriormente: alrededor del 2 %, lo que incluye utilidades derivadas de la madera, otros productos forestales, y actividades económicas que usan productos forestales. Esto contrasta marcadamente con las cifras de la industria en las cuentas nacionales que solo consideran la explotación maderera, la cual solo aportó un 0,2 % al PIB en 2011, y solamente la mitad de esa cantidad en 2013. Dado que los bosques de Costa Rica son más valiosos de lo previsto, es esencial que las políticas forestales se ajusten para proteger y desarrollar estos recursos de manera eficaz.
Contribución de los bosques a la economía de Costa Rica (porcentaje del PIB)