ARTÍCULO

En medio del conflicto, el Banco Mundial provee vacunas de poliomielitis para 1,5 millones de niños yemeníes

Julio 19, 2016


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Ashwak Althabibi tiene en sus brazos a su hijo Najran de 8 meses, quien fue vacunado en el marco de una campaña de prevención de la poliomielitis.

UNICEF

TITULARES
  • La crisis en Yemen ha causado grandes estragos en los niños del país: miles han sido asesinados y otros miles más corren el riesgo de sufrir enfermedades y malnutrición.
  • El Proyecto de Salud y Población ha entregado ayuda crucial para la campaña nacional de prevención de la poliomielitis, mediante la cual se han vacunado1,5 millones de niños yemeníes.

“Esto es muy importante para nosotros. ¡No podemos permitirnos perder a otro niño!”. Con estas palabras, Ashwak Althabibi, una madre de 36 años de edad, que tiene seis hijos, nos relató cómo perdió a su hija Nora el año pasado. “No pudimos llevarla al hospital rápidamente, y para cuando encontramos transporte y llegamos al hospital, Nora había muerto”, dijo con los ojos llenos de lágrimas. Recobró la compostura y agregó: “Solo quiero dar las gracias al equipo de vacunación por su perseverancia. Ellos vienen regularmente y vacunan a todos mis niños. Es un gran consuelo para nosotros sentir que nos cuidan”.

“Ningún medio de transporte llega hasta allá y es responsabilidad del equipo llegar a esta población y cerciorarse de que todos sus niños estén vacunados durante este tiempo tan difícil”, comentó Hana Ali Nagi, de 19 años de edad, quien trabaja como voluntaria en la campaña de vacunación.

Desde el comienzo del actual conflicto , y la entrega de suministros médicos ha sido suspendida. Muchos integrantes del personal sanitario extranjero se han ido, e incluso las necesidades más básicas para tener una vida saludable —acceso al agua potable, saneamiento y alimentos— se han convertido, para la mayoría de los yemeníes, en una tarea diaria abrumadora.

Ya pasaron los días en que las víctimas de la guerra eran principalmente los soldados: , lo que significa que .

, y centenares de miles han corrido el riesgo de morir a causa de enfermedades o por malnutrición., mientras que 2,2 millones necesitan de manera urgente ayuda humanitaria para evitar que su estado nutricional siga deteriorándose.

En las dos últimas décadas, Yemen —un país con recursos naturales limitados y una capacidad institucional deficiente para implementar proyectos de desarrollo— ha enfrentado un periodo prolongado de inestabilidad política y fragilidad económica.

Pero una enseñanza extraída por el Grupo Banco Mundial de experiencias previas en el sector de la salud, es que el apoyo del Gobierno, el diseño simple de proyectos y la coordinación de los donantes son aspectos fundamentales para obtener buenos resultados.


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Un niño recibe la vacuna contra la poliomielitis.

UNICEF

El Proyecto de Salud y Población en Yemen aplica un modelo simple basado en datos empíricos de prestación de servicios de salud, en coordinación con UNICEF y la OMS. Su objetivo es entregar algunos de los medicamentos y suministros médicos esenciales que se necesitan en las campañas dirigidas a la población.

Cuando la guerra se extendió y se suspendió la cartera completa de proyectos del Banco Mundial en Yemen, la institución continuó su apoyo al proyecto canalizando donaciones de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el fondo para los países más pobres, directamente a UNICEF y la OMS para entregar vacunas y servicios médicos básicos, tales como nutrición infantil y salud reproductiva materna.

Desde que se reanudaron las actividades del proyecto en enero de 2016, alrededor de apoyada por el proyecto, cifra que representa aproximadamente el 30 % de la población objetivo en todo el país.

“El conflicto puede tener efectos devastadores que afecten a muchas generaciones, pero aprovechando nuestras alianzas en Yemen, podemos continuar invirtiendo en la salud de los niños, lo que es una inversión vital para el futuro del país”, dijo Asad Alam, director del Banco Mundial a cargo de las operaciones en Egipto, Yemen y Djibouti.

El modelo de extensión comunitaria busca llegar a niños que viven en áreas remotas a las que es difícil acceder. Continuará funcionando de esta manera hasta que los cimientos del sistema de salud pública del país vuelvan a estar en su sitio. Los yemeníes quieren ver que su necesidad urgente de atención básica de salud sea respondida de manera concreta con intervenciones simples y listas para usar. Los trabajadores sanitarios emplean diversas maneras para prestar los servicios de salud en dichas áreas remotas donde los medios de transporte habituales son los camellos, los burros, o escalar las montañas.

Se están planificando rondas adicionales de prestación de servicios médicos básicos, aunque la situación de seguridad impide el acceso a los niños en algunas zonas. En general, debido a los daños en la infraestructura, la escasez de combustible, el desplazamiento y el aumento de la pobreza, este modelo simple de entrega de servicios médicos básicos es más adecuado para la situación actual de Yemen. Una ronda de servicios médicos puerta a puerta les da a los niños la oportunidad de ser vacunados en su propia casa, con profesionales sanitarios y voluntarios que se desplazan a través del país movilizando a las comunidades y vacunando a los niños.

Se espera que con la pronta llegada de la paz se abra un nuevo capítulo, tanto en la reconstrucción de Yemen como de su sistema de la salud, y se mejoren las condiciones de vida de todos los yemeníes y, especialmente, de los niños, que representan el futuro del país.

 

Nota: Al 11 de marzo de 2015, la seguridad de Yemen en materia de seguridad se había deteriorado a tal punto que el Banco Mundial no pudo seguir ejerciendo su función de supervisión fiduciaria y administrativa, y se suspendieron los desembolsos en todos los proyectos financiados por el Banco. Si bien la suspensión se mantiene, donde es posible y con procedimientos de emergencia se han hecho arreglos con asociados para reanudar la financiación de proyectos clave.


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