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ARTÍCULO

Bangladesh: Hornos modernos para fabricar ladrillos reportan beneficios en materia de desarrollo

Julio 20, 2016


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Las trabajadoras en los hornos híbridos Hoffman se benefician de mejores normas y condiciones laborales.

Crédito: Sandrine Boukerche, Grupo Banco Mundial.

TITULARES
  • Proyecto del Banco Mundial apoya una nueva tecnología de hornos menos contaminantes y más eficientes.
  • Trabajadores producen y ganan más, y tienen una mejor calidad de vida.
  • Dinero que se obtiene de los créditos de carbono se puede destinar a la atención de salud y mejores instalaciones.

La vida de Hafiza en los hornos de ladrillos de Bangladesh es una historia de un antes y un después.

Hace un tiempo, ella era una de los miles de trabajadores de temporada que se desempeñaban en condiciones de extremo calor bajo chimeneas de cinco pisos de hornos de chimenea fija que arrojaban enormes cantidades de hollín y otros contaminantes, que destruían la vegetación en los alrededores.

Los albergues temporales carecían de acceso a agua potable o atención de salud local, y las familias como la de ella se mudaban en busca de otros trabajos cuando los hornos cerraban durante el periodo de los monzones..

“Antes, trabajaba esporádicamente en varios empleos a lo largo del año: en los campos, en hornos tradicionales, en obras de construcción o como asesora del hogar”, dijo Hafiza, quien es originaria del empobrecido distrito de Jamalpur. “Me pagaban poco y nunca tenía seguridad sobre el próximo trabajo o los ingresos”.

Una historia de un antes y un después

En la actualidad, Hafiza trabaja en un tipo diferente de horno de ladrillos en el marco de un proyecto apoyado por el Grupo Banco Mundial.

Se trata de una nueva tecnología que puede funcionar todo el año y emite la mitad de contaminación. Este trabajo de jornada completa significa más dinero y un hogar permanente para su familia. Con el dinero adicional que generan las menores emisiones de carbono que genera el horno se costean atenciones de salud periódicas, nuevos retretes, un comedor y otras instalaciones de mejor calidad.

“Ahora sé que tengo un trabajo todo el año y qué cantidad de dinero traeré a casa a fines de mes”, dijo Hafiza. “Los empleos en estos hornos no solo son menos agotadores, sino que, además, son más estables y permiten ganar más ingresos que antes, similares a los de los hombres”.

Múltiples beneficios

Los múltiples beneficios —menor contaminación, mejor calidad de vida, mayores oportunidades, más eficiencia en la producción— son un ejemplo del desarrollo de energía limpia que el mundo necesita para minimizar el cambio climático en las próximas décadas.

“Este proyecto es un modelo del tipo de desarrollo que es necesario para alcanzar las metas del Grupo Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema, aumentando la prosperidad compartida y transformando las economías y las sociedades hacia un futuro con bajo nivel de emisiones de carbono”, señaló Sandrine Boukerche, especialista del Banco Mundial en el tema de financiamiento del carbono, quien recientemente visitó Bangladesh.

La producción de ladrillos es uno de los pilares de la economía en Bangladesh, uno de los países más pobres de Asia meridional. A medida que la rápida urbanización provoca el aumento de las obras de construcción y la demanda de ladrillos, la floreciente industria emplea a trabajadores vulnerables como Hafiza en los tradicionales hornos de chimenea fija que se concentran alrededor de las zonas urbanas.

y otros elementos contaminantes ambientales a la atmósfera cada año, provocando un impacto dañino sobre la salud, el rendimiento agrícola y el cambio climático. Los trabajadores, muchos de los cuales carecen de los zapatos o equipos de protección adecuados, ganan salarios muy bajos en duras condiciones debido a normas laborales deficientes y que raramente se cumplen.

En 2008, el proyecto sobre hornos híbridos Hoffman (HHK) en Bangladesh comenzó a preparar el terreno para tener tecnologías más limpias de fabricación de ladrillos así como mejores condiciones de vida y condiciones laborales para los trabajadores.

Nueva tecnología

La tecnología de los HHK, originalmente desarrollada en Alemania, fue importada a Bangladesh después de ser mejorada en China, y en la actualidad ha sido rediseñada para adaptarla a las condiciones del suelo, los niveles de humedad y el clima locales. Usa una mezcla de carbón pulverizado y arcilla para mejorar la calidad y la quema apropiada de los ladrillos. Además, el calor residual de los hornos se recupera y se reutiliza para secar los ladrillos húmedos antes de que entren en los hornos. Debido a estas innovaciones, los hornos híbridos Hoffman utilizan solo la mitad de la cantidad de carbón en comparación con los hornos de chimenea fija y retienen las partículas de carbón dentro del ladrillo para prevenir que se conviertan en ceniza que se transporta por el aire.

El proyecto del Grupo Banco Mundial se asoció con Industrial and Infrastructure Development Finance Company Limited (IIDFC)[MIS1] , una institución financiera privada no bancaria, para proporcionar el financiamiento y la asistencia técnica para nueve hornos de ladrillos con esta tecnología en Bangladesh


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Los hornos de chimenea fija son una de las principales fuentes de contaminación en Bangladesh. 

Crédito: IIDFC Ltd. de Bangladesh.

Créditos de carbono

Registrados como proyectos (i) del Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), se espera que reduzcan las emisiones en cerca de 75 000 tCO2e anuales , cifra que equivale a sacar de circulación a unos 15 843 automóviles.

Como los hornos híbridos Hoffman disminuyen las emisiones de carbono, obtienen créditos de carbono certificados (CER, por sus siglas en inglés) que se venden al Fondo del Carbono para el Desarrollo Comunitario (CDCF, por sus siglas en inglés) (i) administrado por el Grupo Banco Mundial y al Gobierno danés. Hasta la fecha, se han emitido créditos por alrededor de 67 000 tCO2e y se están sometiendo a verificación otras 53 000 toneladas.

Los ingresos por concepto de los créditos de carbono proporcionan a los dueños de los hornos un flujo adicional de dinero, el que parcialmente se destina a beneficiar a los trabajadores de la comunidad. El dinero del carbono sirve para financiar visitas médicas bimensuales, instalaciones sanitarias separadas para los hombres y las mujeres, comedores, y equipo de protección, incluidos guantes, botas, máscaras y cascos. Estas ventajas e instalaciones no existen en los hornos de chimenea fija tradicionales.

Entre otros beneficios están la mecanización que reduce el trabajo duro para permitir la igualdad salarial entre hombres y mujeres, las techumbres para proteger a los trabajadores del sol y una mejor calidad del aire que permite a los trabajadores cultivar en los alrededores donde se ubican los hornos.

Beneficios colaterales

Los beneficios colaterales aumentan las oportunidades para algunas de las personas más vulnerables en Bangladesh, mujeres pobres como Hafiza o Basana, quien también trabaja en uno de los hornos del proyecto. Junto con un mejor salario, un trabajo menos exigente, una atención de salud periódica y mejores instalaciones, Basana puede ahora enviar a su hijo de 11 años a una escuela de inglés.

En promedio, un horno híbrido dHoffman puede producir 15 millones de ladrillos al año —comparado con la producción de 4 millones de un horno de chimenea fija—, reduciendo al mismo tiempo la contaminación en un 50 %. Sin embargo, la construcción de esta tecnología cuesta hasta 15 veces más que los hornos tradicionales.

Las herramientas y los mecanismos de financiamiento del carbono desempeñaron un papel catalizador para incentivar a los primeros empresarios que adoptaron una tecnología menos contaminante para fabricar ladrillos y proporcionar seguridad adicional a las instituciones financieras dispuestas a entregar préstamos a la misma tasa aplicable a los clientes preferenciales. Ahora están surgiendo más tecnologías limpias y las normas laborales continúan mejorando como respuesta al proyecto pionero del Banco Mundial y otros programas respaldados por el Gobierno de Bangladesh, el Grupo Banco Mundial y asociados en la tarea del desarrollo.

Además, el Gobierno en 2014 prohibió la nueva construcción y operación de los hornos existentes de chimenea fija cerca de las viviendas o los bosques, alentando todavía más la expansión de los hornos híbridos Hoffman y otras tecnologías inocuas para el clima.

El camino a seguir

A pesar de los avances, se necesita hacer más. Se estima que costará USD 3000 millones construir 1000 hornos híbridos Hoffman u otros tipos de tecnología avanzada necesarios para sustituir los hornos tradicionales existentes.

El Acuerdo de París sobre Cambio Climático, alcanzado el año pasado en el vigésimo primer periodo de sesiones de la Conferencia de las Partes (COP 21) y ratificado por más de 175 países, incluye planes nacionales para emprender la transformación económica y social desde la dependencia de los combustibles fósiles al uso de fuentes de energía menos contaminantes.

“Ahora el desafío es avanzar en este y otros modelos para hacer realidad los compromisos del Acuerdo de París en las próximas décadas”, dijo Vikram Widge, jefe saliente de la Unidad de Financiamiento del Carbono e Iniciativas Climáticas del Grupo Banco Mundial.


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